miércoles, 31 de diciembre de 2008

A los ausentes

No podía dejar pasar esta mañana para escribir el último post del año, aunque debo prepararme para salir corriendo a la casa de mis padres, quienes, nuevamente, no estarán con nosotros en cuerpo, mas en esencia se encontrarán sentados liderando al equipo, sin olvidarme de Hortensia, mi pequeña hermana con la que pasé menos tiempo celebrando estas fechas. Y otras más.
Hoy tendría 36 años. Sería hermosa, muy alta y verdaderamente optimista en eso de los propósitos para el siguiente ciclo. Estoy segura.

Ahora quiero sentirlos más que nunca. Sobre todo a la 'Tencha', vivo ejemplo para ser menos débil y afrontar lo que venga... y lo que está aún.
De vez en cuando me pregunto, ¿qué habría opinado cuando hablé de mi separación?, ¿cuando informé que me habían ascendido o que entrevistaría a la mismísima Jodie Foster? ¿Qué sobre mi afición a Woody Allen y Steve McQueen? ¿Estaría de acuerdo conmigo de que Sting es un dios o de mis sueños húmedos con Charlton Heston? ¿Qué habría opinado de que volví a enamorarme o que tengo tantos cuentos inconclusos como mis pagos a los bancos?

A pesar de tantas satisfacciones, a veces quisiera estar con ella, y no precisamente en este mundo. Por eso, ella viene acá.

Que, de cualquier manera, los ausentes estén con ustedes a partir de este ultimo día del 2008 para el resto de sus vidas y que el 09 sea tal y como queremos que sea, ni más ni menos. Hasta eso (acéptelo, señores), no somos muy exigentes.

lunes, 29 de diciembre de 2008

De esas decisiones 2

Sin duda, platicar con los amigos (con la maravillosa Marla, sobre todo) me hace entender que siempre hay que hablar con ellos antes de cometer una burrada.
Ansiosa por actuar irracionalmente me conecté al chat (casi nunca lo hago), entonces, MILAGRO, la encontré, y en el caos sólo le pedí un poquito de compasión y que me diera una pequeña señal para no caer en el abismo... y se apiadó de mí con sólo decirme "tenemos que vernos para que me platiques"... Y como sé que cuando la vea se me olvidará cualquier idiota idea que haga que corra los más peligrosos riesgos, pues me aliviané y aquí estoy, sin más preocupación que la de saber que sólo tengo dos cigarros sobre la mesa (y con una gran güeva de salir al Oxxo a comprar más).
Además, de la incertidumbre anterior, ni hablar, ya es pasado y no ocurrirá jamás, pues sé que ya no debo dejarme llevar por impulsos, para seguir siendo la mujer más plena, mínimo, del DF.

Soy feliz. Yeah.

sábado, 27 de diciembre de 2008

viernes, 26 de diciembre de 2008

De la interrogación

Sólo las buenas decisiones hacen que nunca tengas dudas. Pero, ¿cómo saber cuando tomamos buenas decisiones?
Algunos arrebatos han hecho que me sienta insegura de haber actuado correctamente. Aunque no puedo incluir aquellos de los que en regulares ocasiones pensé que caería en ellos, y que intenté evitarlos. Siempre había una razón para que fuera así. ¿Tomé una buena decisión? Aún vivo con incertidumbre.
Viene el 2009, y ahora que siento otro gran desasosiego (que falta un tiempito para acallarlo) sé que la pensaré no dos, sino unas cuatro veces antes de proceder, aunque deba sacrificar.

domingo, 21 de diciembre de 2008

La mujer no escrita

No cabe la menor duda que la mujer en sus más altos niveles de sexualidad expuesta es material delicioso para muchos escritores, cineastas y demás talentosos (y no tanto) hacedores de historias. Su cuerpo y antojos pródigos son detonantes de concepciones sublimes para inventar las narraciones más concupiscentes... siempre y cuando esté destinada o gustosa a vivir con cánones que invitan a 'hurgar' no sólo en la vida de la protagonista.
Prostitutas, jovencitas de faldas escolares pequeñas y senos muy grandes, féminas impetuosas con riesgos latentes a mentes y penes vestidos de hombres respetables, de borrachos irracionales o de negociantes con semblantes de extrema repulsión, y mujeres que son capaces de revertir los arquetipos socialmente correctos en los hombres con escudo y espada que dan la vida por que les den sólo un poquito de su cariño. Sí, esas excitantes mujeres que entre sus propósitos está el de enloquecer a los varones (y a una que otra dama) seduciéndolos con exquisitas habilidades. Sin olvidar a las inocentes y etéreas figuras tan inalcanzables como el querer convertirse en alguien más poderoso que Slim, con cuerpos de hada y tez transparente que los soñadores descubren cuando las desnudan en la imaginación con sus más bajos instintos al borde de la violación. Obras así abundan.

Pero, ¿qué hay de las narraciones que, además de asombrar a los espectantes, yergan sus falos, por ejemplo, sobre la estudiante emo fan de My Chemical Romance; que hablen de la apasionada a las revistas del corazón cuyo guardarropa se basa en mezclilla y playeras que no entallan en lo absoluto; del ama de casa de cualquier estrato social con un matrimonio estable y cinco chamacos; de la mujer que soporta las indolencias de los compañeros de trabajo o de una feliz editora que vuelve de la oficina dispuesta a descansar en pijama en un confortable departamento para ver películas clásicas? Entre otras féminas que no encandilan al primer vistazo.

Señores (y señoras), parece que la igualdad no se ha dado tan completa como dicen por ahí.

Todo un desafío para los h. creadores, ¿no?

Del rechazo

¿Qué tan valientes somos para soportar un rechazo? Porque, señores, es cuestión de güevos dominarnos cuando se pone en riesgo nuestra seguridad, entiéndase física y emocional. O sea, nosotros. Nuestro valor intelectual, nuestra capacidad de persuasión y hasta la belleza. ¿En qué fallamos? Cuando pedimos trabajo y nos partieron la madre con la llamada que nunca llegó para solicitar nuestros servicios, el de un aumento de sueldo, la negativa a entrevistar a un escritor muuy famoso o, sí, en los terrenos del amor.
Lo que es seguro es que hubo alguien mejor para 'ocupar el puesto' o merecedor de lo que creímos que éramos dignos.

Pero según el sapo es la pedrada. Quizá nos esperaba un privilegio que nadie más podría obtener. Si alguna vez nos rechazaron en una agencia de ventas es porque nunca seremos vendedores, o si nos sentenciaron al mismo salario o no nos ascendieron fue porque no nos esforzamos lo suficiente o, simplemente, el sobrino del director fue el elegido. Pero, ¿qué pedo con las aspiraciones emocionales? Posiblemente (más posible que imposible) la mezcla de ambos metafóricos designios (entre otros factores que van más allá de la mente humana) provocan la inminente negativa.
Ciertos escritos y una llamada telefónica hicieron que reflexionara al respecto. "Lo primero que hice antes de acostarme –cuando sucedió– fue sentarme en la cama con la luz apagada y recordar tu negativa, ja, ja, ¡temía tener pesadillas y no me quería dormir!". Finalmente se vuelve anécdota aunque, eso sí, te lo restriegan como mierda en la cara cada que se puede. Entre risas artificiales pregunté si lo había superado, le pedí una disculpa y rió con la misma autenticidad que yo.
Yo también he sido rechazada en lo laboral y en esas cosas que atañen al órgano cardiaco, y dos veces... e hice lo mismo pero en mobiliario diferente. En la primera de esas dos con un llanto que hasta se me iba el aire. Se siente de la rechingada. Pregúntele a mi ego. Sobre todo al corazón.
Hoy puedo responder a la premisa: soy valiente y ya lo superé. Y rechazo permitir (aunque no resistir) y propiciar otro más. De eso me encargo yo... A no ser que un pariente del director me quite la chamba...

Everybody's Gotta Learn Sometimes

jueves, 18 de diciembre de 2008

Minuta del día

1. Continuar con el 'hoy no fumo' (sería el tercero)
2. Entrevistar a un argentino que –dicen– está más bueno que un corte término 3/4
3. Escuchar "Summertime" en sus diferentes presentaciones (por aquello del ... The livin' is easy-Fish are jumpin'-And the cotton is high...)
4. No distracciones: enfocar, como dice my moxo, enfocar

Y demás obligaciones que se vayan presentando.
Yes, the livin' is easy.

lunes, 15 de diciembre de 2008

¡La histoooriaaa!

El domingo al mediodía, entre un trago de café y la mirada fija (sí, con cara de idiota) en la colcha que aún delata esos encuentros de verdadera calidad celestial, una luz bendita me iluminó: ¡La histoooriaaa! (Creo que quienes han visto The Blues Brothers comprenderán mejor la revelación... y no necesité estar en la iglesia, pues conocí el cielo.)

Sabía que en estas vacaciones debía escribir. Ahora sé de QUÉ voy a escribir.
Aunque tengo necios problemas con eso de las historias autobiográficas contenidas en uno que otro cuento empolvado (pero que sacudiré en los mismos días) que he escrito, los hechos afines me han traído satisfacciones, pues uno de ellos está en planes de ser animado.
Si bien no es el copy-paste de mi vida, la denuncia es evidente. Pero qué chingaos, mientras la lucidez toque fibras sensibles, seguro habrá recompensa sea cual sea el tema 'a tratar'...

Sé que no importará la hora para darle con todo al teclado (cigarro, vodka, música o cine ambiental) antes de que la inspiración desaparezca y se coarten mis buenas intenciones.

Aplausos, porque creo que 'ora sí me los merezco.

Y como dijo mi entrañable Leocadia a propósito de sus pastillas de fósforo para la memoria, que la ponen "cachonda como una perra": "Si sigo así, terminaré siendo una escritora erótica".

Bla, bla, bla del último estirón

Arrancan los últimos siete días antes de irnos de aquí. Estaré fuera de circulación editorial por 12 largos, largos días. Aunque no es un asunto emocionante, me llena de placer que no tendré que aventurarme a ese trajín rutinario, llámese microbús-metro-camión-camión-metro-microbus, con una que otra parada técnica en un puesto de periódicos, de tacos, restaurante, tienda de DVDs o vinatería.
No hay planes inmediatos, sólo beber, fumar, plática amena, ver a amigos lejanos, ver cine, ver cine, ver cine, leer, escribir, limpiar la casa y todo eso que se presente a última hora... Sí, soy una mujer común, muuuy común.
¿Viajes? No en temporada alta. Esperaré a los días en los que todos estarán en sus casitas y oficinas remendando la cartera de tanto pinche gasto en las playas y lugares que atiborraron para 'descansar'.
Bueno, pues a empezar a terminar.

sábado, 13 de diciembre de 2008

"Flaquita"

Hoy recibí una llamada a través del celular. La perdí porque salí sin él. Vi una lada conocida, mas no las siguientes cifras. Esperé sin apuro. Dije: "a lo mejor es mi bro". A minutos de pensarlo y limpiando la casa, el aparato sonó otra vez. Decidida a exclamar "kiubo, tú", dije el riguroso 'bueno' y contestó una voz que detonó mi sonrisa con signos de admiración. Era Neri.
No recordaba que tenía mi número de celular. Ni tampoco cuándo se lo di. La última vez que lo escuché fue vía teléfono de la oficina a unos días de haber muerto mi padre. Se enteró y lo lamentó. Después, sólo correos. Y muy pocos.

Siempre que lo escuchaba me sentía lozana, chispeante y sutil, pero hoy me reconocí 'madura, sensata y actualizada', a pesar de que sigo siendo 'su chamaca' que le resta la mitad de la edad. Y él, bueno, él es el mismo hombre que guarda el recuerdo hermoso de lo que vivimos. Ese gran tipo que con un 'flaquita' me identificaba.

Y me acuerdo del primer beso... fue ese que nadie me dio en la secu ni en el CCH.

Qué curioso, ahora se oye en el depto de al lado una canción que en ese entonces yo escuchaba continuamente gracias a mi prima que la hacía de roommate. Y más curioso, el vecino la repite una y otra y otra vez.

A propósito de Buñuel

"Como todo mundo sabe, yo no soy un alcohólico; desde luego ha habido veces en las que he bebido hasta caerme, pero casi siempre se trata de un ritual delicado, que no te lleva a la auténtica borrachera, sino a una especie de tranquilo bienestar si acaso semejante al efecto de una droga ligera; es algo que me ayuda a vivir y trabajar."

"Durante los últimos años he comprobado la progresiva y totalmente (sic) desaparición del instinto sexual; incluso en sueños. Me alegro. Si se me apareciera Mefistófeles para proponerme eso que se ha dado a llamar virilidad, le contestaría: 'no, muchas gracias, no me interesa. Pero fortaléceme el hígado y los pulmones para que pueda seguir bebiendo y fumando'."

jueves, 11 de diciembre de 2008

Amorous

... Es curioso, ha sido necesario escuchar esto, a Amorous, para que yo me diera cuenta de que Johnny no es una víctima, no es un perseguido como lo cree todo el mundo, como yo mismo lo he dado a entender en mi biografía (...) Ahora sé que no es así, que Johnny persigue en vez de ser perseguido, que todo lo que le está ocurriendo en la vida son azares del cazador y no del animal acosado. Nadie puede saber lo que persigue Johnny, pero es así, está ahí, en Amorous, en la marihuana, en sus absurdos discursos sobre tanta cosa, en las recaídas, en el librito de Dylan Thomas, en todo lo pobre diablo que es Johnny y que lo agranda y lo convierte en un absurdo viviente, en un cazador sin brazos, y sin piernas, en una liebre que corre tras de un tigre que duerme.

Así de chiquita

Me han preguntado si me gustaría ser niña otra vez. No sé qué contestar. Si se tratara de no pensar en otra cosa más que en ir a la escuela, los exámenes, esperar a los Reyes Magos, despedirme de mi hermano mayor antes de dormir recostándome en su cama y vestirme de blanco con moñitos rosas para estar ad doc en un evento especial, lo más probable es que respondería que sí; sin embargo, eso de revivir el momento cuando me confesaron que mi hermanita Hortensia de ocho años había muerto (un año después) y presenciar las constantes riñas por dinero entre mis padres, para después ver a mi amá llorar muy calladita, me hacen dudar en la respuesta.

Pero si se refieren a esa etapa de la vida en la que no hay más obsesión que la del chupón hasta los cuatro años; miedo a dormir con la luz apagada, sola y en silencio (lo he superado), sin olvidarme de ese terror extremo por la Calaca Tilica y Flaca que se transmitía en el canal 5, e inseguridad de no haber estudiado lo suficiente para el examen de mate, por supuesto que respondería que sí.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

De la resignación

En los últimos días, y pensando en un hecho del cual se va diluyendo la esperanza de vivirlo otra vez, he reflexionado muuucho al respecto: hay cosas que me serán negadas para el resto de mi vida, que de por sí, es muy afortunada.

1. Quizá nunca haga el amor con Javier Bardem

2. ¡Mucho menos con Sting!

3. No volveré a ver a mi amá

4. Ni llorar en los brazos de mi apá

5. Seguiré fumando

6. Nunca habrá, por lo menos, un jitomate rojito y fresco en el refri

7. Parece que jamás me iré a dormir a las 10 de la noche

8. Ni pensar en que algún día presuma mi flora intestinal como ejemplo de salud

9. Seguiré despertando en sobresalto a las 3 de la mañana por un error, por ejemplo, que estaba a punto de irse en un anuncio que se publicará en la edición de enero

10. Que seguiré siendo la librana más librana de todas las libranas... pfff!

martes, 9 de diciembre de 2008

Vicky, Cristina y Woody Allen

Pensé que este chaparrito se aventaría con todo en la escenas que se antojaban muuuy cachondas en Vicky Cristina Barcelona. No lo nieguen, este pack nos hizo creer que Allen se aventuraría al erotismo explícito en estos días de sincensura, aún más con referencias tan voluptuosas como Gaudí y la Europa de tiempos modernos. Pero no me molestó en lo absoluto... con todo y mis ganas de ver a mi Javi interactuar expresamente.
Vulgarmente llamada 'comedia inteligente', podría decir que Vicky... es quizá la más original de sus últimas creaciones, poniendo a Match Point como referencia, con la alusión evidente de Crímenes y pecados en ella. Y aunque Cassandra's Dream también fue un tanto tibia para eso de las terribles consecuencias tras un hecho que parecía inofensivo, me mantuvo muy entusiasmada y ávida de cómo acabarían las cosas, como en todas sus películas. Sin duda, las tragedias griegas y hasta bíblicas siempre fueron la salida más próxima del neoyorquino, aunque hoy con seres un poco menos intelectuales y sin esa carga social y profesional, que sólo una ciudad como la Gran Manzana puede ejercer en cualquiera.
Para mí, la estructura de Vicky... es casi impecable. Las piezas se mueven a sus anchas con personalidad propia, incluso esa actitud nerviosa y 'explicativa' de mi ya querida Scarlett como Cristina en una de sus intervenciones –que nos remite al mismo Allen pero con peluca rubia– a pesar de su alma libre y con el único propósito de pasarla bien para, de alguna manera, olvidar sus fracasos. Pero la Cruz en su papel de María Elena fue mi favorita, con esa histeria suicida, que puede reinvindicarse con tan sólo le den amor colectivo. Así el rol de Bardem, Juan Antonio, quien es pintor, como María Elena, y que tiene un 'ecuánime' ímpetu por vivir esa sinergia carnal... aunque puede resignarse con lo que se deje tocar. Mientras Vicky, interpretada por Rebecca Hall, da el motivo cerebral y moralmente correcto con el insípido porte estadounidense de la alta sociedad. Sin olvidar ese inglés-español que le da un ingenioso caos a la historia.
Aunque esos diálogos irónicos y llenos de psicología básica que caracterizaron (sí, en pasado) las creaciones de Allen brillaron por su ausencia (again), lo cierto es que la expectativa que levanta cada uno de sus filmes (claro, los que en su elenco sus fetiches son exitosos y dispuestos a ser parte del paquete de celebridades que Allen adopta en cada época... Y con el entrañable Charles H. Joffe en su 'productivo' crew) nos pone alerta de lo que suceda, más allá de las críticas y haciendo a un lado la taquilla y el número de copias con las que se distribuya (en México fueron 200).
Con Vicky Cristina Barcelona ha vuelto ese Allen de sórdidas relaciones en círculo que regresan a sus personajes en el lugar donde comenzaron, con una sutil enseñanza aunque muy lejos de la respuesta para encontrar la felicidad. Eso con lo que el narrador (el cual me hubiera encantado que fuera mi buen Woody para darle la entrañabilidad que echo mucho de menos) remata: "And Cristina continued searching... certain only, of what she didn't want".

lunes, 8 de diciembre de 2008

I started a joke...



I started a joke, which started the whole world crying,
but I didnt see that the joke was on me, oh no.

I started to cry, which started the whole world laughing,
oh, if Id only seen that the joke was on me.

I looked at the skies, running my hands over my eyes,
and I fell out of bed, hurting my head from things that Id said.

Til I finally died, which started the whole world living,
oh, if Id only seen that the joke was on me.

I looked at the skies, running my hands over my eyes,
and I fell out of bed, hurting my head from things that Id said.

Til I finally died, which started the whole world living,
oh, if Id only seen that the joke was one me.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Woody, my love

Éste será el fin de semana de mi querido Woody.
No me enteré que Vicky Cristina Barcelona se había estrenado este viernes; estaba tan cansada que cuando fui al centro comercial ni me asomé a la cartelera. Pero algo me decía que debía ver algo de lo que abastece mi devedeteca y me dispuse a disfrutar nuevamente La rosa púrpura del Cairo... Es que, para vivir otra vez esa sensible conexión entre la realidad y el cine, me reencuentro en esta bella alegoría (y no porque sea una mujer sin ambiciones y, muchos menos, reprimida).

Este sábado, frente a unos suculentos huevos rancheros, leí el periódico y una módica crítica de la nueva cinta de Allen, y supe de su proyección en México.
Al llegar a casa, luego de comerme un no menos delicioso tamarindo que extraí de la cajita de dulces, decorada con la Bella durmiente, que me dieron en la fiesta de cumpleaños de la peque Vale –primogénita de mi querido Sos–, encendí la tele y me encontré con Scoop, con una mundana Scarlett Johansson de lentes, aunque luciendo sus labios bien carnosos (lo acepto, mi Quique, es hermosa) junto a Woody en una comedia, en la que el crimen no podía faltar. Sin ser la gran muvi, no hay duda que el buen Allan Stewart ha sabido conectarse con la actualidad cinéfila por aquello de seguir vigente. Aunque él diga que le importa una shit.

Para seguir en la onda fan, continué con New York Stories y rematé con la historia "Edipo reprimido", sobre la conciencia castradora, claro, acargo de su madre, sobre los rascacielos de la Gran Manzana ventaneando su niñez a toda la ciudad.
Hoy domingo iré al cine y estaré en la sala en punto de las 4:10 para no perderme ni un solo guiño, ademán, palabra, gesto, etc. etc. de mi soñado Javier Bardem (perdón, pero ya se los había advertido) y, de paso, sabré de la sensual propuesta que se ha empeñado en mostrarnos mi muy preciado 'Red' a través de los actores de moda. Y sin Nueva York, again.

Me limito a decir que muchos han bociferado que esta cinta "sí es de Woody Allen"... Quiero creer que sí, pues su facilidad para tratar las relaciones complicadas es su marca personal, aunque esta vez, 'contemporizadamente', con un Bardem como un toro y la Johansson tan dispuesta a ser cogida en gran faena, al igual que otras dos cómplices, formando un robusto cuarteto que ha cautivado a la audiencia no tan seguidora del director y guionista, y que sólo oyeron de él, mientras huían de sus anteriores filmes.

Veremos. Y ahi les contaré.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Bla, bla, bla del principio del fin...

... Del 2008. Ha sido tan poderoso, que a un mes de acabar parece que la Tierra palpita más fuerte a través de cada rincón de mi resguardo, mi casa, como si fuera a estallar para mi big bang paticular. Vuelvo a sentir mis latidos en cada objeto que me acompaña. Vuelvo a sentir que soy quien mueve las piezas sobre el tablero de flores pintadas de rojo y verde, y el de las neuronas que vuelven a cumplir su función. Sin duda, las catarsis son buenas para retomar el control.
Y de nuevo enlisto lo que me motiva aquí adentro para ir de nuevo afuera, aunque sólo sea materia, que para mí tiene vida: mis cuadros, mis cojines, los vasos de plástico, la botella de rompope y mi bata de baño color rosa mexicano; mis pelis, mis discos, el letrero en japonés que dice 'fortuna' y el pequeño bonsai pirata (cuidado, tiene nombre y se llama Goyo), que se resiste a petrificarse por falta de agua de vez en cuando, y un nuevo integrante de hojas plantado en la tierra. El microondas, el refrigerador, la cocina sin estufa y mis latas donde habitan Stan Laurel y Oliver Hardy... Mi cama, los poemas, el señor Linterna verde que me cura mensualmente y mis 'tablitas'; los inciensos, las piedras de los Andes y la pila de libros aún sin leer.
Mi cuerpo lleno de humo de cigarro, mi cabello... mi corazón que ya se está regenerando.

El mundo pulsa y estoy dentro de él... Que lo demás se quede afuera y que se resuelva como pueda. Porque yo no puedo resolverlo, excepto la edición de cada mes y sus presupuestos. Que lo demás se las arregle como sea; la ciudad, la contaminación, las almas perdidas, porque yo ya me encontré... again.
¿Este es el principio del encuentro con la paz? Oh, sí, ya lo creo que sí.

domingo, 30 de noviembre de 2008

A single thought, a singular touch of grace...

Mientras escucho una sublime canción y trabajo este sábado, que ya es domingo, reviví mis veintitantos. Gloriosos. Yo, en una escena clicheteada en la ventana de mi cuarto, oyendo la melodía y mirando bien atenta las estrellas del DF. Es que ésta es una oda espacial y qué mejor en voz de mi querido Sting. Y entre galaxias y amores eternos, 'viajaba' a mi más querida Cuernavaca, que había dejado a escasos meses y donde conocí a un hombre de cincuentaitantos que se resistía a disfrutar la que, quizá, habría sido una de las épocas más plenas de su vida, o sea, je, conmigo, una chica sin más pretensión que la de pasar momentos agradables. Y yo esperé tres años para que su decisión fuera a mi favor. Pero no fue así.
Hoy vive felizmente arrejuntado con una mujer maravillosa casi de su edad y yo, bueno, aquí estoy.
De vez en cuando, nos carteamos y sabemos lo que ha ocurrido con nosotros, con el grato recuerdo y satisfechos de la mera y bella experiencia, sin olvidarnos de las novedades cinéfilas y jazzeras, mientras intercambiamos mp3s de lo que hemos adquirido.

Señores, no podía dejar pasar esta canción sin recordar cuando soñaba más y trabajaba menos. Perdón, pero, como verán, debo aflojar la mente para seguir esta madrugada (mientras edito la memorabilia del equipo futbolero de los Pumas) y, también, ando nostálgica... y envodkada.
Salud.


Nota: Mis potros pasaron a semifinal. ¡SALUD!

sábado, 29 de noviembre de 2008

De la nostalgia

No sé si sea malo, pero la nostalgia ha hecho de su amable servidora púrpura más púrpura. En mi muy particular definición, entiéndase como más terca y, por qué no, apasionadona, aunque a veces me complica la existencia. Quizá sea genético, porque mi madre, aunque se llame Rosa, le incluimos lo moradesco y ya tenemos a una mujer intensa y que hasta en su último suspiro, fue un ser aguerrido y con férreos deseos de retroceder el tiempo.
A muchos les he reiterado mi apego al pasado, en el cine, la música... En el amor. Ah, el amor. Cuando todo comienza y no quieres que acabe... La primera cita, el primer beso, las palabras trémulas y las miradas que estremecen. A eso le llaman... enamoramiento, ¿no?
En fin, que siento bonito cuando recuerdo esa hermosa etapa y el color se intensifica... aunque azote como changa vieja cuando acaba. Pero caigo en la cuenta que vale la pena la evocación para que salga esa sonrisa idiota que tuve en días anteriores... Y me entra una nostalgia que, bueno...

viernes, 28 de noviembre de 2008

Bla, bla, bla con los buenos amigos

Dispuesta a terminar las páginas pendientes y comenzar el lunes limpia de polvo y paja (sí, esa que hay que quitar o poner según sea el caso en los artículos de mis h. colaboradores en cada edición), esta tarde de viernes no pude más que hacer caso al consejo de mi querido Benji, pues dejé la editorial desistiendo de dicho objetivo: "¿Qué haces aquí?, mejor vete y trabaja en tu casa"... "Oh, pues ¿quién los entiende? Que 'mejor trabaja en la oficina y ya tienes tu fin de semana libre'... ¡Y ahora me dices que me largue para trabajar el fin de semana!". Se lo agradezco. Salí temprano.
Tras la breve charla, agarré mis cosas y, sin rumbo, me fui... Con un USB repleto de páginas para, sí, laborar en mi casa. Ese Benji es tan sabio, pues tuve más tiempo parar disfrutar de mi fabuloso kit y en piyama (sí, la matapasiones).
Después de un aparatoso choque camión-microbús (en el que yo viajaba), caminé por la gran fuente del WTC y eché un vistazo a la cartelera que era una mierda; di la vuelta y fui directo a saciar el hambre, topándome con portentoso bufet de comida china y cerveza bien fría. Lectura, último trago, salida a hora pico y entrada a un atiborrado metrobús hasta el metro Revolución. Y, de ahí, el recorrido diario hasta llegar a la tienda de abarrotes. Mientras hacía la compra de un jugo de naranja (no había de piña), recibí una llamada, "mejor yo te marco, na'más llego a mi casa". Arribé a mi depto, y desesperada por fumar, "se me olvidó comprar el encendedor", entonces me acerqué al calentador y prendí el tabaco. Marcación inmediata.
Preguntas de cómo va la vida, la chamba, las nenas, "ya va a cumplir 15 años"... "¡15 ya!"... "Y está insoportable"... "Y más bonita"... "Y más inteligente, Mariana también, aunque está más chiquita"... "Las mujeres son el futuro del mundo, la salvación del mundo"... "A güevo"... "Y tú, ¿cómo estás?"...
Qué bien se siente hablar con my dear Moxo, descargar tensión acumulada después de mucho tiempo sin escuchar su voz... Es como el cigarro que logro prender cuando no tengo encendedor, como apaciguar esas ansias que anteceden a la fumada que creiste imposible.

Oh, Dios, qué haría sin mis amigos.

E insisto:

Ah, cómo me gusta está canción, chingaos...

jueves, 27 de noviembre de 2008

Que ya llegue

Creo que es prematuro que hable del 2008 como si sólo faltara una semana para acabar. Pero ha sido tan excesivo, que el deseo de que llegue la paz se vuelve insoportable. Como esas obsesiones que me atormentaron los días anteriores. ¡Y que éstas no vuelvan!
Si bien desde el 2007 (comenzando por ahí del mes de julio) fue el inicio de los sube y baja en verdad insufribles, el 08 ¡fue dantesco!
Pero quién no está a salvo de la rutina opresora con tintes de sorpresa y momentos aniquilantes. Si no fuera por esos lapsos de excesivo trabajo y este bendito blog, ya hubiera tomado decisiones que no habrían sido muy lucrativas que digamos. Sin olvidarme de quienes hacen llevadera la batalla. Sin embargo, quedan esos huecos que ni con largas sesiones de cine y toneladas de sueño puedo llenar. Inevitables flashbacks apuntan directito a la frente... a los oídos, a las pupilas, hasta cuando estoy dormida.
Recuerdo que fue muy grato sentir mi aún escasa colección de cuadros, mis muebles, mi confortable piyama matapasiones, el riguroso six enfriándose y una cajetilla de cigarros como un manto que abriga y que espanta hasta el más aterrador espectro. Ahora, creo que ya no es suficiente. Eso sí que me da miedo.
Sabemos que el tiempo es un vulgar invento del hombre y que podemos fabricar nuestros propios periodos sin importar los principios y remates asignados en un calendario. Pero todavía no tengo esa facultad (¿la tendré?). Por eso, querer que venga el 2009 es un pusilánime recurso para invocar que el sentido común me regrese al cuerpo. Ese pragmatismo y equilibrio que me ayudaron a soportar los disparos de realidad, sentimientos agobiantes y desilusiones desgastantes, que hacen que pierdas toda compostura, hasta el estilo, chingaos. Y como que se va pudriendo el corazón. Pero a güevo que se regenerará.
Pues me aferro a la edición de enero, que ha despertado satisfacciones de nuevo año, mientras agarro fuerzas para 'vivir' al día siguiente.

Buen momento para escuchar Psycho Circus, seee...

lunes, 24 de noviembre de 2008

De 'esas' decisiones

No sé si ver el maratón de Sex and The City que todos los lunes no me pierdo (termina a la 1), ver por fin El hombre del brazo de oro (ésta a las 12:45) o irme a dormir, porque tengo una cita bastante estresante, digo, importante, el día de mañana... Ni hablar, otro trío de buenas razones ha ganado esta noche: Eleonor Parker, Kim Novak y Frankie Boy. Veamos.

Who wants to live forever...?

Después de los Beatles y Cepillín, pero antes de mi príncipe de Newcastle, Queen es de mis favoritos. Un montón de canciones apiladas en la consola vieja en la casa de mis padres, y el dueño de tanta parafernalia sonora era ni más ni menos que mi Gordis. Luego de la euforia beatlemaniaca (y mucho después de la del 'Payasito de la tele') traté de consumir lo más posible de estos genios británicos, mientras el guitarra me hacía ojitos. Cómo idolatré a ese cabrón de Brian May, hasta lloraba por él (sépase que antes me volvían loca los flaquitos... Ah, cómo me ha cambiado el tiempo). Ahora, su etérea figura decora mi cuarto (no podría estar en otro lugar).
Pero hoy no es un día sólo para recordar a mi enclenque inglés, sino también –y sobre todo– a Mr. Bad Guy, quien hace 17 otoños se esfumó de la faz terrenal. "Who wants to live forever when the love must die", remató en su epitafio... Gulp!
Qué razón tenías, my dear Farrokh, qué razón tenías.

¿Sexo?... ¡Seguro!

Con esto, yo no tendría ningún problema... Tú, ¿sí?
Es como ir derechito al cielo. Cómo no.

Y en lunes...

... Aaauuugm.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

'Qué lástima'

¿Qué harías si fueras una de las figuras más cotizadas y, de pilón, más sexies del 2008? Atractiv@, triunfador@, con un chingo de chamba y que el talento sea la bendita cualidad que te diera de comer... y divertirte y gozar de la delicias de la 'fama' y más delirantes y lucrativas etcéteras. Si ya mencioné las inevitables acciones en esta enorme lista, hay una más que por ningún motivo hay que dejar pasar: ¿yo? Conservar la soltería.
Pero mi querido, deseado y soñado Javier Bardem no tomó muy en cuenta este atributo y ya empezó a tener problemas, de los que su h. servidora no tiene nada que decir, aunque mucho que renegar.
Pues con la 'novedad' de que la dulce Pe lamentó el 'incumplimiento' de esa promesa que los dos hicieron cuando se aventaron al noviazgo, ya que el pacto consistía en tomarse un año sabático para disfrutar la relación. Es que el español de mis pecados nocturnos aceptó trabajar en la nueva cinta de Iñárritu (luego de negarse a trabajar con Coppola), porque se dice que es un papel a la medida del actor (a mí me da como asquito el remplazo del apellido, pero, bueno...), y del break ni hablar.
¡Qué inconsciencia, dios santo! Pues esa chamaquita, ¡¿qué esperaba, teniendo a un figurón de tal calibre?!
De veras, qué pena, chaparrita, pero este muchachote por supuesto que se ve mejor sin ti. Mira:
... Y sufre.

The News of the World

Hoy me enteré que...

1. El último minuto del año tendrá 61 segundos, y que el adicional se llama segundo bisiesto positivo. Uy.
2. Es el Día Mundial del Inodoro (y en la estación lunar se instalará un segundo baño... Qué bueno, ¿no?).
3. Sting debutará en la ópera Welcome to the Voice, en París... Si yo fuera a verlo, seguro que no contendría las ganas de gritar cuando él saliera a escena... Por eso, mejor no voy. Es que me vería muy naca.
4. Hace una semana murió la actriz María Elena Marqués.
5. Que cada día soy más hermosa.
6. El horario de verano podría provocarme un infarto, porque "adelantar el reloj y perder una hora de sueño es malo para el corazón"... Prefiero morir por fumar en exceso, una razón que se oye menos ridícula.

martes, 18 de noviembre de 2008

¿Qué otro?

Quién más sino 'papi' Depp (éste también es hombre y no pedazos) para interpretar al Sombrerero loco, otro de los extravagantes personajes que recreará Tim Burton en Alicia en el País de las Maravillas, que se verá cuando yo tenga 36 años (seguro que lo querré más... ¿acaso un asunto hormonal?). La foto viene de El Universal. Veremos.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Viajada

Hoy por la tarde soñé que, con una gran sonrisa, me instalaba en el asiento de un avión. No sé dónde iba... Pero si sonreía, quizá fue porque sabía que ya no iba a regresar.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Biografía semanal

Según los astros, que esta semana, este... a ver... ¿cómo dijeron?... ah, sí, "te vas a sentir desmotivada, insegura y cansada en tu trabajo y te preocuparán tus deudas".
Lo que sí sé es que mis motivos para no sentirme insegura y cansada están a unos días de aparecer... en mi recibo nominal. Así que mi preocupación bajará unas dos rayitas de las 10 que me atormentan. Sí.

martes, 11 de noviembre de 2008

Bla, bla, bla... (Mañana es hoy)

Sí, tengo problemas con la disciplina, con eso de comer a mis horas y alimentos buenos para mi salud. Tengo graves problemas con las agendas, que sólo respeto cuando tengo que entregar la edición, y también soy poco seria en eso de dormir cuando ya el cuerpo está cansado... mas la mente sigue funcionando como si fueran las 12 del día. Pero pregúntenme a las 12 del día de mañana y creo que no estaré tan despierta, pues me he puesto a escribir a la 1 am ya en mi cama (nueva mala costumbre, pues sé que lo volveré a hacer), después de ver los primeros dos capítulos de Sex and The City por Cosmopolitan TV, mientras comía una Maruchan de camarón. Y si tuve la oportunidad de salir a las 10:34 de la oficina (cuando 'terminamos' de entregar la revista a Producción), lo hice a las 11:00 pues me sentí cómoda en mi silla negra frente al monitor mirando Desde Gayola a través de You Tube... Como que no me desconecté hasta que mandé el último e-mail a las personas que debían enterarse del cierre definitivo de la publicación de diciembre.
Mañana es hoy, diría mi inconsciente cuando aún trabaja aunque tenga cerrados los ojos. Indisciplina mental. Hasta en los dedos cuando teclean con fluidez como ahora... Pero mañana es hoy, diría el reloj que advierte que ese temblor en mi párpado izquierdo no está nada bien y debo descansar, mientras Jamie Cullum se oye en la radio y recuerdo que Ze y yo cantamos sus canciones en el Metropolitan hace como dos años en el Festival de la Ciudad de México.

Listo. Cierro transmisiones (qué ganas de estar ahora en una cabina de radio y decir que la rola que escucho es Love Me or Leave Me con Nina Simone, aunque me guste más con Sarah Vaughan...).

domingo, 9 de noviembre de 2008

Del tiempo

Mientras hago un esfuerzo por dormir ahora que son las 10:30 de la noche (será mejor que descanse, por aquello de los desgastes semanales), oigo una de las tres canciones que no puedo dejar de escuchar (ahí luego les platico sobre esta lista y otras más) y me resguardo en el recuerdo de esos instantes, en los que un par de brazos (con bíceps incluidos y requetebien construidos) me aprietan hasta que mi frente se esconde en ese su cuello de mis delirios... Son esos ratitos en los que el alma descansa, como ahora, en mi cama.
Ah, qué momentos, qué paz... ah, qué caray.

El tiempo en mis manos, tú en mis brazos.
Nada, aunque el amor a la vista.
Entonces, si tú caes de una vez por todas,
veré mis sueños hechos realidad.

Momentos libres
con alguien que te importa;
una historia de amor para dos.

Y así con el tiempo en mis manos
y tú en mis brazos,
el amor en mi corazón, todo para ti.

Nota: Sí, acertó usted: es Bryan Ferry. Una verdadera hermosura.

Recarga

Si las energías tuvieron que ver para eso de la resistencia semanal, creo que sin ellas, habría llegado a la mitad de la jornada.Thanks, lord! Es que entre avionazos (soportando el tráfico infernal), una maldita cucaracha del tamaño de sus ancestros en mi clóset, el desalojo sorpresivo de la editorial por una fuga de eso que hace que huela gacho el gas, pagos fantasma de facturas que ponen en riesgo la salida de la revista y, de su contenido, una que otra desaprobación del 'cliente', me dejaron peor que si hubiera ido a bailar a Chalma con un chingo de mandaditos que pedir.
Sólo espero que la próxima sea una semana más normalita y que pueda entregar de una rejodida vez la revista.

Este... Amén.

lunes, 3 de noviembre de 2008

De energías

A pesar de la gran necesidad de seguir en la cama –de mí, hasta las 12 del día– una vez de pie, esta mañana sentí una extraña energía a favor de cada uno de mis otroras pausados movimientos. Sé que NO es debido a...

1. El poco tiempo para el lavado, pulido y encerado habitual. Se me hizo tarde.

2. La luz natural que entra en mi casa, ya con este horario de 'no verano' antes de salir.

3. Los 10 grados sobre cero, pues mientras más rápido te frotes con la esponja, más pronto sales de la impía regadera.

4. El café matutino (si hubiera sido otra actividad mañanera, pue'que...)

5. Que mi 'yo' interior me dijo: "¿lista para los enervantes arrimones y olores metromicrobuseros?".

6. Que es semana de cierre (y no pude editar tres secciones el fin de semana por falta de espacio en mi lap).

Yo creo que... vamos a ver... Sí, comprobé (again) que me gusta mi vida, así, ordinaria, que se pierda en la gran masa humana que transita en mi amada cloaca defeña, mientras me dirijo a mi h. recinto laboral por medio de mi cuerpo completito, medio jodidón pero completito, y que a pesar de una que otra desaveniencia ecónomica, cómica, mágica y sentimental (es que a veces como que siento que deja de funcionarme el corazón), cumplo objetivos y no he hecho tan mal las cosas.

Y va una tarea más: la última edición del año. Ok.

viernes, 31 de octubre de 2008

Hoy no hubo...

Llegué tarde a la casa. Luego de todo un día en la oficina, como siempre se encontró disponible el Oxxo que está a unos pasos de aquí. Y como lo prometí, fui por el vodka que no debe faltar en mis territorios de decoración en rojo (no, no es púrpura) y cuadros amigables. Además, es lo que tomaré mañana cuando me reúna con los broders en torno a la ofrenda en honor a 'nuestros muertitos', tan cariñosamente creada por mi hedmanita. Pero del delicioso néctar, no hubo el que yo quería: una botella esbelta de color azul y que me trata tan dulcemente al día siguiente de una buena peda con él. Se llama... siempre se me olvida... ah, Götland, así que me decidí por uno que, según el que atiende, es igual de generoso: Karat. Sepa. A ver si es cierto.
Pues no desaproveché tenerla tan a mi merced que ya me estoy adelantando a la celebración. Es que uno se acostumbra al alcohol en ciertos días de la semana... de unas semanas para'cá. Pero ahora estoy sola. Y siento la ausencia. Mucho. Y no sólo por tomar de a solapa. Es que los viernes anteriores era bueno que, después de una función en mi querida Cineteca, Quique y yo nos dirigiéramos a algún lugar cercano a conversar con una espléndida dosis de cerveza. ¿Qué tan preocupante es el hecho cuando se vuelve necesario? ¿El hecho? ¿El alcohol?... ¿Quien me acompaña? Lo cierto es que es un poco incomodón cuando no se lleva a cabo. De la editorial para acá, traía mi cara de fuchi.

Señores, este viernes no hubo de eso que tanto me gusta. Pero, qué chingaos, disfrutaré del nuevo hallazgo y de conversar con ustedes. Sí.

Nota: el de la imagen no es el vodka que me estoy ejecutando. Ha de ser una edición como superespecial... ¿Será tan malo que ni foto hay? Ay, ya me dio miedo...

UPDATE A LA MEDIANOCHE: Cambio de planes. Hay visita al Pervert con gran compañía la noche del sábado, cortesía mensaje de última hora vía celular. Ni modo, me sacrificaré ¬¬

jueves, 30 de octubre de 2008

¿Yo, excesos?

Ha pasado ya un buen tiempo que no elevo mis niveles de vigilia, que no arremeto al teclado y no le doy mil vueltas a los brazos del reloj después de las horas 'prudentes' para trabajar. Y lo escribo un tanto desganada por ese irracional deseo de que vuelvan los desvelos, mucho cigarro y un par de dosis benévolas (o sea, sin marearme) de vodka para eso de la inspiración sobre un word, escribiendo de cine, y editando temas varios frente al Indesign, escuchando a la Simone, Coltrane, The Cure, etc., y sólo durmiendo lo necesario para no recibir la luz del sol con los ojos abiertos y no me sorprenda el vampirazo... Es que, señores, yo era mejor conocida por eso. Claro, el cuerpo se ha puesto rejego y ya quiere descansar más temprano. Y no lo había notado con atención, pero ahora, por poco que le dé más marcha al motor, éste revienta en mi rostro mostrando grietas y unas abismales manchas grisaseamarillentas debajo de las cuencas oculares. Así fue antes. Y no importaba. Más maquillaje y ¡listo! Y si se notaba, pues me valía madres.

¿Es un exceso que piense en excesos tan productivos como ése, en estos días que ya se ven más las ojeras, me dé la reuma más seguido y que la gastritis sea una buena razón para no pensar en nada más que en ella y olvidarme de tonterías, como pensamientos y recuerdos inservibles y deudas con los bancos?

La verdad es que, con todo y la editada, mi actual puesto no da para eso, pues las otras tareas – administrativas y muy de... sonreirle a la gente para negociar contenido– ahora son para los días hábiles y en horarios de oficina... Aunque puedo ayudarle a la h. coordinadora, a los no menos h. colaboradores y doble turno, mientras ahorro una lana del presupuesto editorial para comprar más fotos para el rediseño... ¬¬

Iguanas... y muchas vacas

Tengo un pequeño portatoallas en forma de vaca. Ahora está en reparación. Debo comprar pegamento para que siga funcionando.
Mi querida vaquita, además de ser muy útil (la toalla no se ve muy bien que digamos ahí medio colgada en el espejo), es un pequeño homenaje a ese fan de Led Zeppelin y El club de la pelea, que a través de los malos y buenos tiempos ha estado en mi vida por más de una década, paciente, dispuesto. Cabe mencionar que el encantador rumeante tiene una especial traducción entre nosotros.
Pasadito el día de mi cumpleaños recibí un regalo que me es difícil de valuar: enterarme que soy una de las mujeres esenciales en su vida. Y estar muy cerca del nivel de importancia que sus dos pequeñas hijas, bueno, ya es decir.
En fin, que 'ojalá' los vientos del sur (y si los h. profesores morelenses no disponen otra cosa) puedan traerlo otra vez por estos lares defeños... Digo, si logra olvidar las insoportables horas que sufrió sobre los asfaltos congestionados hace unas semanas...
Igual lo extraño, my dear bro.
Vacas, muchas vacas.

martes, 28 de octubre de 2008

Donde el alma descansa

Qué será de mi cama cuando ya no esté conmigo. No imagino en qué circunstancias pasará tan aberrante e ilógica separación. Desde que dormí por primera vez en ella supe que no sería sólo un espacio únicamente para que el cuerpo descansara. No. Es tanto más por lo que he vivido, soñado y sentido sobre su materia firme y restauradora.
Llanto desmedido sin temer que el otro escuche. Movimientos desesperados para lograr dormir sin despertar a alguien. Sueños reveladores y nombres balbuceados sin que nadie se sienta ofendido... jadeos y sexualidad incontrolables como dulce ofrenda al que los engendra en divina sincronía con los que, en esa boca, he conquistado se emitan.
En algunas de las últimas noches (hace un mes, para ser precisa) mi lecho ha escuchado incontadas confesiones, se ha erosionado con vehementes fricciones, amorosas, convencidas, y ha sufrido la ausencia del hombre que deja su alma y esencias, y que se va pero se queda.
Por eso digo que... qué será de mi cama cuando ya no esté conmigo... qué será de mí cuando ya no esté conmigo. Híjole, hasta escalofrío me dio.

Ya, pues, ya me voy a dormir.

Redireccionando

Siempre he sido fiel defensora de los inicios, de lo que nos salva del desvío cuando ya andamos encarrerados y nos dirigimos a lugares poco confiables, esos donde olvidamos nuestro objetivo de vida, de nuestra vida, de los propósitos que nos hacen más valientes. Siempre he dicho que las raíces nos redireccionan a tomar las firmes convicciones que nos hicieron desertar de lo que daña, de lo que no deja crecer, de lo que nos hace abandonarnos.
Por poco y las pierdo, y mientras ocurría caí en una soledad casi horripilante, así de cerca de la que sentí en un destartalado camión a través de la oscuridad provinciana más profunda dejando atrás la tumba de mi madre a pocas horas de enterrarla. Sin embargo, desapareció cuando me aferré muy fuerte al brazo de mi padre. Ahora sé que es lo único que me librará de tan aterrador desamparo.
Esta vez, teniendo a la vista el camino de regreso, me convenzo de que debo seguir sin que nada me distraiga, que debo trotar para no agotarme, pues las caídas, ah, cómo descalabran. Si lo sabré yo.

viernes, 24 de octubre de 2008

Me consiento

Ayer no me sentí muy bien que digamos. Es que pasé una nochecita que descargó mi batería por completo. Con una junta importante con el encantador y h. crew de la revista para eso del rediseño (hecho que habría llenado mi reserva energética, pero no fue así), estuve medio 'chipil' y con mucho sueño. Así durante 10 horas.
Ya en el camino de regreso, fue inevitable asomarme a uno de esos exuberantes escaparates fílmicos, donde se muestran cajitas de colores (y en blanco y negro) que entusiasman la pupila. Y la cartera. Compré tres y la salud mejoró. Oh, sí:

1. El esqueleto de la Señora Morales: cinta mexicana con Amparo Rivelles y Arturo de Córdova, en la que Rogelio A. González demuestra que la taxidermia es la solución para cualquier problema en pareja.

2. Escuela de vagabundos: Esos close-up a Pedro Infante me han hecho olvidar un poquito la parte superior de sus jugosos brazos.

3. El crimen ferpecto: aunque no es la mejor de mi Alex de la Iglesia y es sólo ligeramente perversa, esa 'moda payaso' fue una excelente idea.
Esta noche dormí muuuy bien...

sábado, 18 de octubre de 2008

¿Recuerdo?

Soy fácil de impresionar, lo confieso, hasta de mí misma, cuando descubro que algunos recuerdos se han esfumado por completo. Ayer tuve una visión nada alentadora cuando me recordé con un delgado libro en mis manos a la edad de 12 años: pasta blanca y con un chico de cabello rubio y rizado ataviado con ropaje de príncipe, y a sus pies, un planeta. Digo 'nada alentadora', pues la lectura –recuerdo– fue poco atendida por su servidora. Era una historia 'obligada' en aquellos tiempos de escuela. Por eso, acaso, le di sólo la importancia que merece una tarea. 'Sólo'.
Ahora me recuerdo en una mesa de madera, en ella un tarro de cerveza oscura, la promesa de ver llegar una gorda pizza especial y yo dibujando sobre un mantel de papel blanco con las crayolas que llenaban un botecito. Enrique, mi apuesto acompañante, me pidió que le trazara un pequeño cordero en una caja, "pero con hoyitos para que pueda respirar". ¿El escenario? Un desierto, y en el extremo izquierdo del terreno, un avión (que más bien se parecía a Keiko).
Quise revivir mis días de gustoso intento por el dibujo (recuerdo que no lo hacía tan mal), pero cada línea fue peor que la anterior, mientras Enrique me observaba divertido, muuuy divertido. Hice lo que pude. Cuando terminé –tratando de descifrar lo que 'mi obra por encargo' significaba– sólo exclamé que era "algo bastante conceptual"... ¡¿Conceptual?! Vaya que he olvidado algunas cosas verdaderamente importantes en eso del aprendizaje, alimento literario, vamos, lo que realmente vale la pena para ser un poco más sensible e ilustrado. Qué chasco (y desilusión) me llevé cuando me preguntó: "¿leíste El Principito?". Me habría avergonzado menos si mi respuesta hubiera sido 'no'. También recuerdo comentarle enseguida un dato curioso (que escribí en uno de mis post) sobre ciertas cartas de amor expuestas en un museo de Francia, una de ellas la de Antoine de Saint-Exupèri (me disculpo otra vez, pero he hecho un copy-paste al nombre del escritor... chale). No fue suficiente para compensar mi incomodidad. Es que 'mi' Quique, pfff, aprecia tanto tanto el arte de las letras, el cine, la música... la vida. Y de El Principito se aprende mucho de ella... ahora lo recuerdo. ¡Ahora!
Enrique me prometió leerme el libro y que se estacionará con singular gusto en el tercer planeta, donde habita 'el borracho' (¿por qué será?).
Como este personaje, mi fuerza de voluntad es casi nula; sin embargo, debo retomar mi hábito por los libros (ejem, y por el dibujo).
Chanclas mayores. Y no, por favor, no aplaudan.

domingo, 12 de octubre de 2008

El hombre que murió una y otra vez

Como la buscatesoros televisivos que soy (señores, todo en pro de mis lectores revisteros), me enteré que el canal TCM dedicará los miércoles y sábados a los más representativos filmes de terror este mes.
Sin tiempo para cazar los 'programas monstruo' entre semana, este sabado logré ver de un jalón Drácula, El hijo de Drácula y La mansión de Drácula, la cual cobija a dos actores infantables del género: John Carradine y Lon Chaney Jr.

Del primero el célebre apellido es identificable, sobre todo por la generación Tarantino (aunque a John yo lo conocí por mister Allen). Del segundo, sólo hay que decir que, a diferencia de David a.k.a. Kung Fu a.k.a. Bill (para la generación Tarantino), corrió con la mala suerte de vivir a la sombra de su multifacético y exitoso padre, Lon Chaney, el famoso Quacimodo en El jorobado de Notre Dame –aunque por su rol como El fantasma de la Ópera, de 1925, fue más reconocido– y a quien apodaban 'el hombre de las mil caras'.

Sin embargo, dispar a Chaney padre, Lon Jr. intentó impactar con sus inmejorables actuaciones (también en teatro y fallidos westerns) sin lograrlo, pues sólo fue ubicado por las toneladas de pelaje y vendas sofocantes sin transmitir eso que su progenitor obtuvo con sus seres deformes pero víctimas del destino, que detonaban en la audiciencia no sólo horror, sino también compasión, destacando así la sensibilidad del personaje. Chaney hijo se empeñó sin conseguirlo, a pesar de ser un gran actor. Pero nadie lo notó.

Las caracterizaciones del licántropo angustiado y la momia imperturbable no fueron suficientes para el deseado despunte del histrión, quien fue un niño casi olvidado (su madre intentó suicidarse con bicloruro de mercurio) y hasta los 10 años vivió en algunos internados por la separación de sus padres. Fracasó al querer ser como su procreador y, si hubo culpables, además de la suerte, la Universal tuvo mucho que ver, pues le negó los remakes del jorobado francés y el fantasma enamorado, pa'mpezar. Una notoria discriminación por no ser el mismo 'Lon primero'.
Sólo Of Mice and Men (1939) le hizo creer a él mismo (y a los espectadores) que podría ser el actor que la Universal esperaba sin pensar en los encasillamientos... Pero no fue así, con todo y el papel, de realismo sorprendente, de un gigantón retrasado que es injustamente relegado laboralmente (y hasta por su mejor amigo) en plena depresión estadounidense. Sin duda, el tipo de roles que a su padre lo situaron en el podio de los mejores asalariados y, sobre todo, como una de las alabadas figuras de la malagradecida industria, incluido el público.
Chaney Jr. –que también fue compositor– consiguió después los trabajos que lo marcaron como el hombre detrás del monstruo sin el reconocimiento que él esperaba –además de otros roles de caracter con malos resultados de taquilla–, algo que lo llevó al alcoholismo y, por consecuencia, a padecer cáncer de garganta hasta perder la voz... Por ello, sólo obtuvo el papel de Groton, el ayudante mudo del doctor Frankenstein en Dracula vs. Frankenstein en 1971. Fue su última actuación. Murió dos años después.

Todos recuerdan a Boris Karloff y a Bela Lugosi como algunos de los 'malditos' del terror por sus lapidarias interpretaciones (ellos mínimo fueron premiados con un Star on the Walk of Fame cada uno)... Yo recuerdo a Lon Chaney Jr. como el ser de 1.90 metros que, como el Hombre Lobo, "moría una y otra vez" en cada transformación, sabiendo que nunca tendría la 'certificación' que su padre logró con sus mil caras.
Me entristeció su biografía transmitida hace unos meses en otra señal de TV. Perdón por la sensiblería, pero, señores, en el encuentro de estas emotivas historias debo humanizarme para ofrecer un mejor productor, ¿no? Y es que, además, tengo un par de vodkas encima. Snif... Y aplausos.

¡Jíjole! ¡Ya son las 3 aeme! Naaah, no le hace. Es domingo.

jueves, 9 de octubre de 2008

Del amor... al cine

Como habrán notado a lo largo de muchos posts sobre estupideces varias y uno que otro documento de importancia, tengo escaso (creo que nulo) conocimiento si al cine me refiero. Sin embargo, lo amo. Suficiente para escribir sobre él.
¿Mis favoritas? Si me acerco a lo asquerosamente mainstream y a una que otra opción clase B, siempre regreso al regazo de mis clásicas entrañables. Sí, esas por las que recuerdo a mi abuelo no como mi abuelo, sino como un extra inolvidable; por las que disfruto a Pedrito y sus bíceps torneaditos y hasta considero a Esther Fernández con todo y sus pésimas actuaciones, entre otras razones que hacen de mí una verdadera fan de la época de oro sobre plata.
Sin olvidar las policiacas que queman llanta y al dueño de un par de hermosos ojos azules como conductor de un Mustang 69; a Sir Alfred Hitchcock, que lo quiero más luego de Dial M of Murder (gracias, Enrique de mi alma), las gloriosas de Semana Santa (en las que sí había muchedumbre de carne y hueso) y la ciencia ficción y terror de látex, desde Calvillazo y Ana Luisa Pelufo, hasta Lon Chaney Jr. y Bela Lugosi como los sagrados principales... Aunque todo género me es verdaderamente necesario. Yo le entro a todo. No le hace que Naomi Watts sea la estelar.
No concibo mis días sin el cine, y a pesar del tiempo que es muy cruel (y que la erudición sobre el tema brille por su ausencia), siempre me doy mis mañas para recibir sus bondades en casa o fuera de ella.
Con todo y algunos malestares físicos que pude evadir gracias a una buena bebida energetizante, en un ratito iré a la Cineteca... Gracias, Enrique de mi alma.