lunes, 31 de mayo de 2010

De la discreción amorosa

No es para menos crear ilusiones cuando una se acurruca en la tranquilidad de una conversación y en el gusto por verse después de mucho tiempo, para después pasar a una "dominguera" faena en el sofá. Y para rematar, una rica noche en la que el aferrarse a mi cuerpo fue su prioridad con abrazos inconcientes. Toda, toda la noche.

Pero el discreto disfrute dura poco, y discretos nos vamos, para regresar igualmente cautelosos y no perturbar más que la cama, el sofá otra vez y la mesa donde se sirvió una elegante cena, con los gozosos azotes del sexo y las palabras ahogadas del "cómo eché de menos todo esto". Lo demás, mejor no recordarlo, porque podemos "volver" a no vernos más.

domingo, 14 de febrero de 2010

lunes, 25 de enero de 2010

La ley de la inversa

Qué tal que deseamos algo y por el solo hecho de desearlo y estar bien dispuestos a que suceda, no pasa NADA. Ya saben, eso de la ley de la inversa.
Ahí me tienen, queriendo no tener nada enfrente que perturbe mi cabeza y corazón y ¡zaz!, ahí estuvieron. Dos.
Mientras necesitaba a toda costa del sexo, pero poniendo las cartas sobre la mesa (y el coño en la cama, el sillón, sí, también en la mesa y demás mobiliario disponible aunque no importaba si fuera incómodo) repetía que todo era cuestión de adaptarse y que no se requería de empiernarnos por compromiso y... ¡ZAZ!, las cosas llegaron a tal grado que sentía pasos en la azotea y uno que otro latido inquietante.
Hoy fue el día en que necesité hablar más seriamente con mi vecino-hermano y él me dijo: "Éste es el segundo, ¿te fijas? Va el segundo con el que quieres mantener la suficiente distancia para que se quede muuuy lejos de ti. Claro, no es una constante, pero puede convertirse en eso. Y, finalmente, quedaste insatisfecha. En TODO".

Un par de días antes hablaba con Chac y Chucho, y confesé que mi andar renuente había tomado otro rumbo: sí, quiero conocer a alguien que me haga sentir bien y que no sólo el sexo comande.
No es que abdique a la maravillosa sensación de que me abran las piernas, introduzcan el falo y me besen los senos por el simple hecho de hacerlo. Sólo quiero que haya otro tipo de diálogos que el "oh, sí, wow", los nombres de los miembros (todos) y los etcéteras rigurosos cuando sólo hay una atracción fisiológica. Que es riquísimo limitarse a eso. Oh, sí.

No niego que hubo vínculos de otro tipo, pero me percataba que no fueran más allá de dos días porque eso ya se convertía en monotonía. Y sin sexo en la segunda noche. Pues qué chiste, ¿no?
Entonces, si deseo algo más que el contacto en la cama y no en la sala de una casa mirando tele sin que me dé comezón en todo el cuerpo porque demando que me cojan en ese momento, bueno, pues la ley de la inversa hará que me dé un tiempo a solas para saber que no hay que exigir todas esas cosas que terminan siendo de la propiedad del egoísmo.

Nop, ya tuve suficiente de eso. Ahora quiero paz. Como sea... Siempre y cuando mi libido esté en paz también. Aunque creo que la ley de la inversa hará su trabajo también es eso...

miércoles, 13 de enero de 2010

De las huellas de los pensantes hiperactivos

Por algunos meses he seguido los blogs de personajes quienes el tiempo que les queda en el trajín de la vida loca lo usan en la búsqueda de arte extremadamente actual y sincero.

Y por ACÁ les hago quorum. (Es mi otro blog.)

Esto, como otras cosas, sí que está de goevos. Enjoy!

domingo, 10 de enero de 2010

Pachistyle del amor

¿Les conté que tengo nuevo trabajo? (Creo que fue en el otro blog).
Bueno, el chiste es que tengo que mandar un mensaje de ahorro, a través de un folleto de 8 páginas, a las amas de casa que sólo van al mercado de su barrio. No les gusta ir a súper. Se sienten más cómodas con las bolsas del mandado y las de a kilo despachadas en un balanzón. ¿El personaje representativo? Doña Pacha. A partir de esa premisa (y gracias a textos generados para una revista de la misma "empresa"), debo hablarle a este sector matriarcal.

La cosa es que, de los textos dirigidos a la comunidad integrada por gente como tú, él, ella o como yo, hay que extraer lo encomendado y darle el pachistyle. Llevo dos ejemplares hechos y había sido fácil. Consejos para ahorra el agua, "sacarle jugo" a los jugos...

Es díficil hablarle, para ese mes del amor y la amistad, del ahorro en pareja. ¿Por qué? Sabemos que un marido como el de la Pacha (lo que yo no sé es cómo se llama) quizá no tenga mucha idea de lo que es un presupuesto "en pareja". También sabemos que hombres como él entregan el gasto (recuerdo a mis padres y esto era semanal, creo) y que la doña se haga bolas, al tiempo que tampoco sabemos en qué gasta el don lo que pueda guardar para efectos personales. Mi jefe dice que puede gustarle el aportar y cosas de ésas. Nah, cliché.

No trato con este post resolver dicho artículo, ilustrado con monitos graciosos hechos por un excelente dibujante, pero debo escribir, lo que sea, para sentir que no dejé en blanco la noche, especialmente para esta tarea. Debe ser de entre 1,500 y 2,000 caracteres, desestructurado y, como se darán cuenta, con un lenguaje sencillo y hablándoles de "usted".

Casi acabo la tercera temporada de Sex and the City (mala música de fondo, y ni me imagino si la Pacha tenga el tipo de sexo que me guste) y mientras ocurre, he abierto y cerrado "el sistema" varias veces tratando de sacar algo de la cabeza y echarlo al espacio. Y pensar que cuando mi jefe me preguntó cómo abordaría el tema (también lo creyó complicado) tartamudeé y enredé la explicación del tema que yo ya creía resuelto cuando se expuso en la junta mensual de contenidos varios. Sin embargo, no sé cómo lo convencí y me dijo: "adelante, hazlo".
Son las 3 con 20 de la madrugada y hoy tengo una cita por la tarde. Sé que si no termino este texto estaré pensando en él durante toda la comida y trataré de que sea lo más breve posible para correr y elaborarlo. También tengo otros textos más que hacer.

Ah, doña Pacha, ella es la persona más sencilla en toda la ciudad y me hago bolas para poder hablar con ella sobre el amor... o de ahorra en pareja.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Todo con moderación


Muchos dirían que me he adelantado a cumplir los propósitos de nuevo año porque he dejado de fumar como chacuaco desde hace un par de meses. Yo diría que, como hace más o menos 10 años, después de echarme una cajetilla diaria, 'olvidé el encendedor en alguna parte'.
Fue así como fumé un par cada día y después fue meramente social. No vi cabezudos ni enanos morados en el proceso ni fue un propósito obligado. Hoy tampoco. Algo pasa en mi mente que necesita, más que el cuerpo, de algunos elementos que hacen juego con ciertas actividades, como escribir, estar nervioso o perder el tiempo viendo las estrellas.

No se me da eso de la radicalidad. Si al año de 'casada' pensé en 'divorciarme', no fue así, o cuando no soporté la escuela, pasó un buen tiempo antes de dejarla para que mis papás no sintieran tan gacho. Finalmente, lo hice por ellos. Por eso, ahora que he renunciado parcialmente al vicio de la nicotina, defiendo la idea de que si existen los cigarros, igual que el alcohol, es para disponer de ellos, así como los hombres guapos sin tener uno como novio. O sea, to-do-con-mo-de-ra-ción.

Éstas son algunas cosas que han ayudado en mi 'rehabilitación' involuntaria:

1. Regresé a la casa donde nací y: o es la mala ventilación o el respeto que me impone lo que hace que no expulse los humos contaminantes. Llega a desagradarme.

2. Noté un buen rendimiento a la hora (o más, según el caso) de follar. Además, me ha elevado el líbido tanto, que coincide con el tiempo que llevo sin fumar... Ahora que lo pienso y con el adorable y sabroso receptor un tanto cuanto lejos de este mi ganoso cuerpecito... ¿tendré que chingarle duro al cigarro otra vez?

3. Actualmente laboro en el piso 14 y: o tengo que bajar hasta tierra firme (y me da güeva) para fumar o subir a la terraza del 18, pero se me baja la presión por la altura, y si fumo, pos peor.

4. Regularmente me reuno con personas que no fuman como antes lo hacía yo.

5. La gastritis, hombre, la gastritis.

Aunque nunca dije que haya dejado de gustarme. Por eso, hoy fumo cuando se me antoja (esto ocurre cada 15 días aprox) y no pasa de tres pitillos.
Señor@s, es cosa de permitirse y no obligarse o hasta mutilarse.

Creo que estoy volviéndome más chingona que antes.

Un Dr. Allen...


... Para el resto de mi vida. Y creo que lo necesitaré aún más este 2010.

jueves, 24 de diciembre de 2009

De las fechas

Y ahora, el Sting navideño. Sí, qué mamona.

Señor@s, logren la felicidad. Léanme a mí, que con este lindo y barbón ejemplar comienza mi búsqueda.