lunes, 31 de diciembre de 2007

Ahí viene

¿Será un forzoso requisito tener propósitos antes de cumplirse el fin de un año?
Por más que pienso y pienso en la típica lista y ponerme a la altura de quienes visualizan su futuro con ojos de Remi, aparecen ceros en mi mente como de caja registradora (igual que mi cuenta en el banco).
¿Por dónde empezar? Sólo sé que trataré de no hacerle daño a nadie y, sin duda, seguiré escribiendo.
Ya viene el 2008... ¡Suerte!, que la vamos a necesitar.

viernes, 28 de diciembre de 2007

De cólera cinéfila y los que sí pagan boleto

Por fin, entré a una sala de cine. Ya tenía varios meses sin pagar una entrada y, esta vez, con té helado en mano, rompiendo los esquemas del combo clásico de palomitas y refresco. Pues bien, que me lancé con todo para destrozar sin piedad una cinta con una historia bien conocida y querida por su servidora: El amor en los tiempos del cólera, o dicho por el director inglés Mike Newell, The Love in the Time of Cholera (primer libro que no me impuso la maestra, pues fue un regalo de un buen amigo y hasta con dedicatoria).
Según la crítica especializada (y gringa), esta producción resulta "inerte y sin la pasión que la novela transmite", pero siempre la mejor opinión la tiene el consumista, porque la prensa entra de a grapa.
Sin embargo, tomando en cuenta la manufactura ajena al país de origen y las justificaciones que Newell utiliza para sobrevivir a la masacre que se ve venir en estos casos de obras entrañables adaptadas (sin dejar de ser literatura altamente rentable, o sea, bestsellers), la cinta mantiene la trama palpable, latente y nos lleva al objetivo: conocer una historia de amor.
Y si nos flagelamos con la idea de que la fidelidad entre obra y película es nula, hombre, que está sobreentendido que la narrativa literaria (y a manos de García Márquez) se queda en las páginas empastadas y nunca trascenderá de igual manera en el papel de un guión. En fin, que la adaptación involucra ritmo, fluidez y sin diálogos que hacen que la atención se dirija al boleto del estacionamiento, porque el tiempo corre y te cobrarán un dineral, y tiene lo necesario para ser candidata a la ya poco veraz estatuilla (por ser un real latin curious), pero se queda en la lista de obras aceptadas por el público que va más allá del suspiro por Leonardo DiCaprio o Keanu Reeves con cualquiera de las actuales, bellas y bien pagadas actrices en plan romántico.

Con todo y un spanglish perturbador e involuntariamente cómico, la escalofriante presencia de tres canciones de Shakira (recordemos que es un estandarte colombiano y amiga del escritor, ni modo) y dos parejas desertoras a minutos de terminar la función (o querían más sexo y menos cartas de amor o el factor 'curiosidad' de plano no se les da), los actores desquitan el sueldo. Mientras pasan los años, los personajes se comportan a la altura demostrando carácter, ansiedad, esperanza, resiganción y la tensión sexual requerida para describir los pasajes 'copulativos'.

A pesar de que el maquillaje no pudo disfrazar la brillante mirada de los actores treintones en su edad senil (nadie en la historia del cine lo ha logrado, que yo recuerde), al igual que las manos lozanas y sin las manchas características de un ser de setentaitantos, los cuerpos desnudos de los viejos Fermina y Florentino me hicieron creer que ya existe un tratamiento proarrugas y progravedad de efecto inmediato, especial para la cinematografía. Además, algunos escenarios que se recrearon en mi mente cuando leí el ejemplar, aparecieron en el filme, que ya es decir del departamento de arte. ¿La fotografía? Impecable y sin pretenciones que ridiculizan la 'algarabía' latina, y con cumbias bien colocadas e identificablemente rústicas. Lo demás, lo he desmenuzado con sus respectivos pros y contras, que califican la cinta con un 8 ('bueno', según mis boletas de primaria).

Creí que cuando escribiera estas líneas, lo haría indignada y escupiendo a los osados británicos, pero la realidad resultó más satisfactoria... aunque no sería un producto para mi dvdteca, aclaro.
Mejor reinició la lectura y me deleito con la narrativa que dejó un buen sabor de boca hace casi 10 años. Que sé que cuando lo haga, no recordaré en lo absoluto la cinta en cuestión. Señores, cada cosa en su lugar.

Nota: Me habría gustado preguntarles a estos cuatro espectadores por qué dejaron la sala con cara de mojarras fritas, o sea, sin comentario alguno entre ellos ni 'pintándole cremas' a la pantalla.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Debilidades

Sí, a las que estuve expuesta en la mesa de Navidad, en la cocina al día siguiente y a la dulce atmósfera que me brinda la sala de jazz y clásico de reconocida tienda, donde parece que los ángeles andan sueltos y se convierten en demonios a la hora de pagar. Ahí me encontré hoy, y entre que buscaba la 5ta de Malher y sostenía en mis manos temblorosas What Ever Happened to Babe Jane? (con monstruosas actuaciones de dos monstruosas divas), escucho una voz dulce y varonil sobre el piano:

Peter Cincotti, un chamaco de apenas 25 años que ha cautivado en los círculos jazzeros. Ligero, fresco, guapetón, neoyorquino y tan melódico que dije: me lo llevo.

Otro niño que se une a los prodigio como los también pianistas Jamie Cullum y Harry Connick Jr., este último, indicador importante en su carrera, pues Peter (de siete años) y su padre lo conocieron en un concierto y Connick escuchó su prematuro material. Así arrancó la trayectoria de un chico al que a los cuatro años le dieron un piano de juguete, a los cinco ya estaba dando clases y a los seis le compraron uno de a de veras. Tiene ya cuatro CD y promete el muchacho, promete.

Luego de arrebatarle el disco al vendedor, yo, la prudente, salí cabizbaja y coloqué el DVD en su lugar, aunque no pude resistirme a saludar (como ya es costumbre) a mi amado Sting...

Bring on the Night tenía que ser mío, ¡oigan, DVD y dos CD por el mismo precio, cómo podría ni siquiera mirarlo! Además, por 28 pesitos, Leri, Oggi, Domani, con la exhuberante Sophia Loren y el maestro Mastroianni.

3 regalos 3... ¡Nunca había recibido tanto en una sola Navidad!
¡Ah, y FELICIDADES!

¡Qué hombre tan lindo! Lo imagino dentro de 10 añitos... ¡Josú!

viernes, 21 de diciembre de 2007

La última y me voy

Fueron pocos los abrazos pero con sustancia. Luego de la apocalíptica epidemia que aquejó a los h. trabajadores (todos creemos que fue una especie de dengue mutante, quizá creado por el mismísimo Giger), muchos prefirieron ya no regresar (siguen vivos, aclaro). Pero los que sí, nos despedimos con calurosos apretones y palabras buena vibra. Soy una de los tres personajes que aún quedamos en el inmueble.
En fin, que hoy es el último día del año en la editorial y nos esperan 10 de los que se disfrutan con la familia, las viandas, los kilos de más, para luego retornar a la revatinga de las letras, las fotos, las ideas, los proyectos, que el año próximo tiene más que el que dejamos en los escritorios.

En la estrella del perro, ya tan lejana...

Sólo una nota es suficiente para que las imágenes se atropellen en la mente. Las ráfagas revientan la presa y casi hacen que abras la boca para aullar de dolor. Pero sonríes al final de cuentas. Y recuerdas. Porque sólo queda escuchar, cerrar los ojos y pedir con todas las ganas que vengan momentos igual de hermosos aunque compartidos de otra manera, con otras personas, otros lugares, mientras suenan nuevas canciones.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Muy agradecida, muy agradecida

El solo hecho de ser acreedora de una revista (y gratis) donde mi trabajo está corregido (Sos se encarga de ello) y sin aumentar (sólo unas cuantas letritas a manos de mi editora) hace que agradezca infinitamente el haber nacido.
Luego de 4 días hábiles sin serlo, de ver la pantalla con grandes dimensiones (iconos, tipo), palpar el teclado duro y burocrático, y sentirme como el niño de la burbuja pero fuera de ella, llega a mis manos esta lindura:


Rediseñada, crítica, sustanciosa (dejó de serlo hace un par de años, por falta de espacio), que incluye una sesión de fotos en la que estuve de principio a fin y donde también grabamos un video para la revista digital de enero (que no saldrá, pero lo bailao quién nos lo quita) y lo suficientemente prolija como para que el lector no perturbe más su cabecita y le sea ligero el viaje antes de enceder la TV. Además, me gusté aún más cuando me leí. Ya me hacía falta dar piquetes al hígado y lanzar una que otra rosa al cine de mis amores.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Creer es poder

Son las 11 y media de la noche y no me hago a la idea que tengo que ir a dormir, y todo porque ya me siento mejor. Los días anteriores, no pasaba de las 9. Es que tengo que trabajar mañana. Por fin... Thanks, my lord!
Pero mientras la pensaba, ocurrió algo creíblemente increíble (además de estar viendo La mejor de mis bodas en VH1)... En ella, hay una rolita que no me había esmerado lo suficiente para dar con ella, sin tanta importancia, a pesar de que me gusta mucho: "How Soon Is Now?", de los Smiths... La escuché, pensé, CREÍ y la encontré... en la librería que amablemente transfirieron a mi computadora. Y proviene del soundtrack. Son tantas que no he revisado la lista por completo. Thanks, my moxo!

¡Ah! ¿La peli? Chistosona, palomera, noventeraochentera, con un Billy Idol chuequito pero gracioso... Y tiene justo lo que hará que recuerde que creer es poder. Aplausos... para moxo.

martes, 18 de diciembre de 2007

¿Habrán coincidencias así?

Ya sé, es publicidad y 'sólo ocurre si usas Dockers', pero quién sabe...

Mínimo lo que dure el momento aunque no l@ vuelvas a ver.
A Rosa, una rosa de verdad.

Caray...

Ah, cómo me he acordado de ti.

Adorables criaturitas

He tenido bastante tiempo en casa para conocer lo que ocurre a sus alrededores. Hasta los programas en TV que en mi vida sabía que existían al mediodía. Malos y desquiciantes, por cierto. Como los gritos y ladridos de dos tiernas criaturitas que viven a un lado de mi departamento. Me encantan los perros, pero algunos, no incluídos los poddle (caniches), quienes parece que están peleados con la humanidad que pasa frente a ellos. ¡Ladran sin que se les acabe la bateria! Y los niños, hermosa creación para alegrar la vida de quienes nacieron para ser padres (y hasta para los que no merecen serlo). Yo fui niña, lo sé, y fui de ésas indeseables en un edificio igual de poblado que éste. Sobre todo cuando me bañaban. Parecía poddle. Pero crecí y, lo siento, ahora me toca odiarlos. Bueno, no tanto, sólo quiero a los que sonríen y están dos metros de mí. Pues el de mi vecina no sonríe y, a pesar de que está a más de 10 metros de distancia, su llanto es perturbador. Si hubiera encontrado vestigios de sangre y gente sospechosa saliendo de ese departamento, ya habría llamado a la policía. Criaturitas, adorables criaturitas del señor. Hasta son bonitos.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Monstruoso

No me gusta estar enferma (a quién sí). Sobre todo porque no me da hambre y debo estar casi en cuarentena. De sábado a domingo fue lo peor. Una cruda es más satisfactoria, mínimo sabes que pasaste una noche chida.
La gran dosis de eritromicina me hizo tener pesadillas y la tos reventaba la tapa de los sesos. Y en la mañana, la congestión nasal (o sea, los malditos mocos) impidió que durmiera un poco más, mientras nadaba en un mar de babas vertidas en mi almohada. La gran crisis duró tooodo el día, revolcándome en el sofá, y mi cuerpecito parecía apaleado en linchamiento. Muy desagradable (también yo) es estar enfermo.
Luego, rogando a Dios estar menos mal para hoy, me levanté creyendo que me había cumplido el milagrito. Pues no, en medio del secado de cabello, un terrible escalofrío hizo que me tumbara en el sillón para levantarme 20 minutos después. Pero tenía que ir. Así un trayecto de hora y media. Y luego de cumplir con los deberes, el regreso fue peor: tuve que bajarme en Patriotismo (estación del metro muy lejana a mi destino) para sentarme en el suelo porque todo me daba vueltas (nunca me había pasado). Un oportuno Snikers que encontré en mi bolsa, ese sí que hizo el milagro. Tras dos horas, por fin llegué a mi casa. Qué feo, carajo.
Mi jefa me prohibió ir a pararme a la oficina hasta que esté bien y que "los virus se queden en mi casa", así me dijo. Ella hará lo propio, porque está igual. ¡Qué consciente es esta mujer!
Mientras me recupero trabajaré desde casa y estornudaré y estornudaré y la casa derribaré.

¡Son moradas!

Y, sí, son bonitas, lo acepto... Otra ñoñez en mi contra. Tuve la suerte de encontrarlas el viernes afuera de una iglesia. De regreso, una seño notó la rareza. Le regalé una.
A mí casi no me gustan las flores, pero alguien me recomendó tener algunas en casa, sobre todo rosas, que 'para armonizar el ambiente'. Sepa. Compraba de cualquier color, rosas, amarillas, pintitas. Chistosonas. Ahora compraré moradas, van con mi personalidad, ¿a poco no?

sábado, 15 de diciembre de 2007

Lo siento, Brenda... Bridget o como te llames

Léanme aquí. Con tos de perro, caliente (por la gripa, ¡quién va a pensar en otra cosa!) y viendo la predecible, simplona y forzada El diario de Bridget Jones. ¿Quién dijo que Renée Zellweger era buena actriz sólo por haber subido de peso especialmente para la película? (también lo hizo su ex, George Clooney, en Syriana y ¿qué?, fue vomitable en taquilla). Mientras esta inglesa de poco porte sacrifica matrimonio y flora intestinal gracias a las dietas extremas que hace todos los días... Gran trauma.
En fin, aquí, desvariando un poco y escribiendo, pero siempre quise hacerlo con esta película... que nunca he visto completa porque no la soporto. Y ahí está Bridget, hablando y hablando sin que yo le preste la menor atención. No todo es culpa de los XL3.
Pero lo peor de todo (y todos) es Hugh Grant, con ese arquetipo bien plantado cada que sale a escena en cualquiera de sus cintas: mujeriego, sinvergüenza e irresistible... ¡¡Así lleva casi 26 años!! Y lo más sorprendente es que, transmitida en el 5, hay patrocinadores de a montón. Diez anuncios por corte, aproximadamente, ¡y en este horario! Buen trabajo, señores de Ventas.
Un par de horas antes, vi Hannah y sus hermanas (de mi cineteca y, sí, sí, de Woody Allen), comiendo cacahuates y Jumex de manzana (hoy no fue posible la cerveza). Mal momento para El diario..., pues la comparación la hizo más mierda de como yo la consideraba.
No todas las treintañeras somos idiotas, inseguras y ridículas, Helen Fielding.
¡Qué malos son sus gags! Y esa desgastada escena, cuando un documental por la TV sobre el apareamiento de los animales hace reflexionar al o la protagonista con respecto a su 'infeliz soltería'. ¡¿En cuántas películas y series vi eso, por Dios?!

P.D. Toco mis cachetes, mi frente y la panza y están tibios... Ha bajado mi temperatura esta excelente terapia ocupacional... je, y destructiva.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Felicitación triple

Porque hace 14 años, también nació un padre que es gran brother de las decembrinas festejadas. Y mío también.
VACAS.

Buen viernes

Aún faltan algunas horas para terminar un gran viernes de flojera. Y a pesar de los indicios de gripa, que me da y me da, pero no me da (por eso no fui a chambiar), me siento tan cómoda y en paz que no quiero que acabe el día.
Nueve de la mañana, café, pan tostado, tele encendida y una escoba y trapeador esperando ser usados en contra de mi voluntad. Finalmente cedí y la casa reluce de limpia. Ahora voy yo.
Faltan dos días de claustro y buena dosis de cine en el cajón.
El fin de semana seguiré en pijama.
Gracias, Dios, eres tan bueno conmigo y mi gran fiaca...

jueves, 13 de diciembre de 2007

Puro glamour

Luego de una instantánea en blanco y negro de Marlene Dietrich (que fue imposible encontrar en Internet), con rostro adusto y hermoso, y sobre el pecho sus manos cruzadas, Mick Rock recreó en el líder de Queen una pose inolvidable. "Anda, eres igual de glamuroso que ella", le sugirió a Freddie Mercury en la sesión de fotos para el disco Queen II en 1974.


El glam rock tomaba forma en los 70.
No sé nada de fotografía, pero luego de un espacio noticioso dedicado al artista inglés, me interesé un poco en lo que hace.
Por su lente pasaron Debbie Harry (Blondie), Iggy Pop, Syd Barret, The Sex Pistols, Lou Reed, Mick Jagger, Ramones y otros músicos sedientos de cámaras y protagonistas del delineador y la vanguardia. Además del que sería su consentido: David Bowie, de quien fue fotógrafo oficial.

Y mientras se filmaba The Rocky Horror Picture Show, del 75, él fue el único fotógrafo que tuvo acceso a las grabaciones, lo que le sirvió para editar The Rocky Horror Book en el 2005, un libro documental con imágenes sin precedentes (sorry, la página oficial está inhabilitada, sólo encontré ésta).
Rock continúa en escena con grupos actuales (y hasta con la misma Debbie ya muuuy cascadona) y expone en Tokio, Londres, Madrid y otras ciudades, sin olvidar su amplia galería y tienda virtuales, donde se puede conseguir ediciones especiales de su trabajo.
Y sigue igual de talentoso... y también ya muuuuy gastadón.

Pregunta técnica:

¿Qué tienen en común estos 'perturbados' y sonoros personajes?









martes, 11 de diciembre de 2007

Diagnóstico reservado

Tiene agallas, gran cerebro y la morfina suficiente para calmar el dolor que se ha estacionado durante mucho tiempo en su rodilla derecha por una mala decisión de su ex. Por esto es su ex.
Y al tiempo que se apoya en su incondicional bastón y un grupo de talentosos y jóvenes médicos, el infectólogo, nefrólogo y misántropo Dr. Gregory House lanza sarcasmos, insulta, reta a Dios, se defiende y se colapsa de vez en vez, cuando observa su patética vida dentro de un departamento oscuro y lleno de libros. Pero es feliz en el hospital Princenton Plaisboro de Nueva Jersey, a cargo del área de diagnóstico.
Aunque lo niegan, todos quieren ser como él, brillante, audaz... ¿Acaso estoy enamorada? Sí, de su pijama a rayas, sus ojos azules, sus tenis y la barba crecida que rasca al tomar decisiones. Hasta logró amedrentar a un juez (le diagnosticó un posible infarto con sólo mirarle los dedos) cuando se le culpó de violar los derechos de un paciente, al evitar que lo desconectaran. Lo salvó.
Le gustan las telenovelas, el jazz y viaja en moto, pues "sólo así puede correr". Él no sabe que es sexy. Algunas mujeres que lo rodean pueden constatarlo.
Me agrada, quizá demasiado. Contrario a lo que digan otros de él. ¿Podríamos ser compatibles? Creo que me bastará verlo por la TV los martes a las 11 de la noche y soñar. Ésta es la noche. Permiso.

El ajuar completo

Listos (nuestro especialista en deportes y yo) para darle vía telefónica la grata noticia al que habría sido el feliz ganador, nos topamos con una desagradable sorpresa: La playera, con lindos colores azul y oro (como el estudio de la W) y firmada por los aguerridos jugadores (brrr!) desapareció. Sí, señores, y ésta es la segunda, pues ya nos habían madrugado con un balón igualmente firmado. Según tenemos todo bajo llave, aunque con el bonito detalle de que ésta... no. ¡Qué lindas!
A punto de hacer la llamada, se me ocurre revisar el cajón de los juguetes (ya siscada) y, efectivamente, ¡plof!, la playera puma se fue para nunca más volver.
Quizá creyeron (ilusos) que el equipo sería campeón y, de este modo, el plagiario, poseedor de un artículo invaluable.
Una razón más por la que me alegro que no hayan ganado.
Pus que les aproveche... brrr!

Viajera que estás

No quisiera ser imprudente conmigo misma, pero cómo me gustaría viajar otra vez. Los plazos se acortan y las ganas se alargan. Es que un nuevo proyecto me absorbe y ya no hay chance de salir a trabajar de paseo. Si alguna vez me quejé fue porque la cotidianidad me sumerge en los achaques... Sin embargo, con la plena conciencia de estar viva, me siento dispuesta a emprender el vuelo de nuevo. Pero ya no es el caso. Habrá alguien que sonría en mi lugar (prefiero ventanilla) desde el asiento A o G. No importa que sea a Estados Unidos, pero qué mejor que a Nueva York. No le hace si son Los Ángeles, desearía a Sunset Blvd. (donde una diva perdió la cabeza). No hay problema si es al aeropuerto, compraré café y el periódico antes de esperar dos horas o me interno en el localito de las tortas cubanas en Nacional. Y fumo... Y los viáticos son lo mejor. ¿Por qué no a Argentina otra vez? A Vancouver, a Brasil. Panamá suena bien...
No he dicho que quiera dejar de trabajar, pero qué mejor viajando.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Feyd

Me gustan los malos... Mmmhhh...