miércoles, 31 de diciembre de 2008

A los ausentes

No podía dejar pasar esta mañana para escribir el último post del año, aunque debo prepararme para salir corriendo a la casa de mis padres, quienes, nuevamente, no estarán con nosotros en cuerpo, mas en esencia se encontrarán sentados liderando al equipo, sin olvidarme de Hortensia, mi pequeña hermana con la que pasé menos tiempo celebrando estas fechas. Y otras más.
Hoy tendría 36 años. Sería hermosa, muy alta y verdaderamente optimista en eso de los propósitos para el siguiente ciclo. Estoy segura.

Ahora quiero sentirlos más que nunca. Sobre todo a la 'Tencha', vivo ejemplo para ser menos débil y afrontar lo que venga... y lo que está aún.
De vez en cuando me pregunto, ¿qué habría opinado cuando hablé de mi separación?, ¿cuando informé que me habían ascendido o que entrevistaría a la mismísima Jodie Foster? ¿Qué sobre mi afición a Woody Allen y Steve McQueen? ¿Estaría de acuerdo conmigo de que Sting es un dios o de mis sueños húmedos con Charlton Heston? ¿Qué habría opinado de que volví a enamorarme o que tengo tantos cuentos inconclusos como mis pagos a los bancos?

A pesar de tantas satisfacciones, a veces quisiera estar con ella, y no precisamente en este mundo. Por eso, ella viene acá.

Que, de cualquier manera, los ausentes estén con ustedes a partir de este ultimo día del 2008 para el resto de sus vidas y que el 09 sea tal y como queremos que sea, ni más ni menos. Hasta eso (acéptelo, señores), no somos muy exigentes.

lunes, 29 de diciembre de 2008

De esas decisiones 2

Sin duda, platicar con los amigos (con la maravillosa Marla, sobre todo) me hace entender que siempre hay que hablar con ellos antes de cometer una burrada.
Ansiosa por actuar irracionalmente me conecté al chat (casi nunca lo hago), entonces, MILAGRO, la encontré, y en el caos sólo le pedí un poquito de compasión y que me diera una pequeña señal para no caer en el abismo... y se apiadó de mí con sólo decirme "tenemos que vernos para que me platiques"... Y como sé que cuando la vea se me olvidará cualquier idiota idea que haga que corra los más peligrosos riesgos, pues me aliviané y aquí estoy, sin más preocupación que la de saber que sólo tengo dos cigarros sobre la mesa (y con una gran güeva de salir al Oxxo a comprar más).
Además, de la incertidumbre anterior, ni hablar, ya es pasado y no ocurrirá jamás, pues sé que ya no debo dejarme llevar por impulsos, para seguir siendo la mujer más plena, mínimo, del DF.

Soy feliz. Yeah.

sábado, 27 de diciembre de 2008

viernes, 26 de diciembre de 2008

De la interrogación

Sólo las buenas decisiones hacen que nunca tengas dudas. Pero, ¿cómo saber cuando tomamos buenas decisiones?
Algunos arrebatos han hecho que me sienta insegura de haber actuado correctamente. Aunque no puedo incluir aquellos de los que en regulares ocasiones pensé que caería en ellos, y que intenté evitarlos. Siempre había una razón para que fuera así. ¿Tomé una buena decisión? Aún vivo con incertidumbre.
Viene el 2009, y ahora que siento otro gran desasosiego (que falta un tiempito para acallarlo) sé que la pensaré no dos, sino unas cuatro veces antes de proceder, aunque deba sacrificar.

domingo, 21 de diciembre de 2008

La mujer no escrita

No cabe la menor duda que la mujer en sus más altos niveles de sexualidad expuesta es material delicioso para muchos escritores, cineastas y demás talentosos (y no tanto) hacedores de historias. Su cuerpo y antojos pródigos son detonantes de concepciones sublimes para inventar las narraciones más concupiscentes... siempre y cuando esté destinada o gustosa a vivir con cánones que invitan a 'hurgar' no sólo en la vida de la protagonista.
Prostitutas, jovencitas de faldas escolares pequeñas y senos muy grandes, féminas impetuosas con riesgos latentes a mentes y penes vestidos de hombres respetables, de borrachos irracionales o de negociantes con semblantes de extrema repulsión, y mujeres que son capaces de revertir los arquetipos socialmente correctos en los hombres con escudo y espada que dan la vida por que les den sólo un poquito de su cariño. Sí, esas excitantes mujeres que entre sus propósitos está el de enloquecer a los varones (y a una que otra dama) seduciéndolos con exquisitas habilidades. Sin olvidar a las inocentes y etéreas figuras tan inalcanzables como el querer convertirse en alguien más poderoso que Slim, con cuerpos de hada y tez transparente que los soñadores descubren cuando las desnudan en la imaginación con sus más bajos instintos al borde de la violación. Obras así abundan.

Pero, ¿qué hay de las narraciones que, además de asombrar a los espectantes, yergan sus falos, por ejemplo, sobre la estudiante emo fan de My Chemical Romance; que hablen de la apasionada a las revistas del corazón cuyo guardarropa se basa en mezclilla y playeras que no entallan en lo absoluto; del ama de casa de cualquier estrato social con un matrimonio estable y cinco chamacos; de la mujer que soporta las indolencias de los compañeros de trabajo o de una feliz editora que vuelve de la oficina dispuesta a descansar en pijama en un confortable departamento para ver películas clásicas? Entre otras féminas que no encandilan al primer vistazo.

Señores (y señoras), parece que la igualdad no se ha dado tan completa como dicen por ahí.

Todo un desafío para los h. creadores, ¿no?

Del rechazo

¿Qué tan valientes somos para soportar un rechazo? Porque, señores, es cuestión de güevos dominarnos cuando se pone en riesgo nuestra seguridad, entiéndase física y emocional. O sea, nosotros. Nuestro valor intelectual, nuestra capacidad de persuasión y hasta la belleza. ¿En qué fallamos? Cuando pedimos trabajo y nos partieron la madre con la llamada que nunca llegó para solicitar nuestros servicios, el de un aumento de sueldo, la negativa a entrevistar a un escritor muuy famoso o, sí, en los terrenos del amor.
Lo que es seguro es que hubo alguien mejor para 'ocupar el puesto' o merecedor de lo que creímos que éramos dignos.

Pero según el sapo es la pedrada. Quizá nos esperaba un privilegio que nadie más podría obtener. Si alguna vez nos rechazaron en una agencia de ventas es porque nunca seremos vendedores, o si nos sentenciaron al mismo salario o no nos ascendieron fue porque no nos esforzamos lo suficiente o, simplemente, el sobrino del director fue el elegido. Pero, ¿qué pedo con las aspiraciones emocionales? Posiblemente (más posible que imposible) la mezcla de ambos metafóricos designios (entre otros factores que van más allá de la mente humana) provocan la inminente negativa.
Ciertos escritos y una llamada telefónica hicieron que reflexionara al respecto. "Lo primero que hice antes de acostarme –cuando sucedió– fue sentarme en la cama con la luz apagada y recordar tu negativa, ja, ja, ¡temía tener pesadillas y no me quería dormir!". Finalmente se vuelve anécdota aunque, eso sí, te lo restriegan como mierda en la cara cada que se puede. Entre risas artificiales pregunté si lo había superado, le pedí una disculpa y rió con la misma autenticidad que yo.
Yo también he sido rechazada en lo laboral y en esas cosas que atañen al órgano cardiaco, y dos veces... e hice lo mismo pero en mobiliario diferente. En la primera de esas dos con un llanto que hasta se me iba el aire. Se siente de la rechingada. Pregúntele a mi ego. Sobre todo al corazón.
Hoy puedo responder a la premisa: soy valiente y ya lo superé. Y rechazo permitir (aunque no resistir) y propiciar otro más. De eso me encargo yo... A no ser que un pariente del director me quite la chamba...

Everybody's Gotta Learn Sometimes

jueves, 18 de diciembre de 2008

Minuta del día

1. Continuar con el 'hoy no fumo' (sería el tercero)
2. Entrevistar a un argentino que –dicen– está más bueno que un corte término 3/4
3. Escuchar "Summertime" en sus diferentes presentaciones (por aquello del ... The livin' is easy-Fish are jumpin'-And the cotton is high...)
4. No distracciones: enfocar, como dice my moxo, enfocar

Y demás obligaciones que se vayan presentando.
Yes, the livin' is easy.

lunes, 15 de diciembre de 2008

¡La histoooriaaa!

El domingo al mediodía, entre un trago de café y la mirada fija (sí, con cara de idiota) en la colcha que aún delata esos encuentros de verdadera calidad celestial, una luz bendita me iluminó: ¡La histoooriaaa! (Creo que quienes han visto The Blues Brothers comprenderán mejor la revelación... y no necesité estar en la iglesia, pues conocí el cielo.)

Sabía que en estas vacaciones debía escribir. Ahora sé de QUÉ voy a escribir.
Aunque tengo necios problemas con eso de las historias autobiográficas contenidas en uno que otro cuento empolvado (pero que sacudiré en los mismos días) que he escrito, los hechos afines me han traído satisfacciones, pues uno de ellos está en planes de ser animado.
Si bien no es el copy-paste de mi vida, la denuncia es evidente. Pero qué chingaos, mientras la lucidez toque fibras sensibles, seguro habrá recompensa sea cual sea el tema 'a tratar'...

Sé que no importará la hora para darle con todo al teclado (cigarro, vodka, música o cine ambiental) antes de que la inspiración desaparezca y se coarten mis buenas intenciones.

Aplausos, porque creo que 'ora sí me los merezco.

Y como dijo mi entrañable Leocadia a propósito de sus pastillas de fósforo para la memoria, que la ponen "cachonda como una perra": "Si sigo así, terminaré siendo una escritora erótica".

Bla, bla, bla del último estirón

Arrancan los últimos siete días antes de irnos de aquí. Estaré fuera de circulación editorial por 12 largos, largos días. Aunque no es un asunto emocionante, me llena de placer que no tendré que aventurarme a ese trajín rutinario, llámese microbús-metro-camión-camión-metro-microbus, con una que otra parada técnica en un puesto de periódicos, de tacos, restaurante, tienda de DVDs o vinatería.
No hay planes inmediatos, sólo beber, fumar, plática amena, ver a amigos lejanos, ver cine, ver cine, ver cine, leer, escribir, limpiar la casa y todo eso que se presente a última hora... Sí, soy una mujer común, muuuy común.
¿Viajes? No en temporada alta. Esperaré a los días en los que todos estarán en sus casitas y oficinas remendando la cartera de tanto pinche gasto en las playas y lugares que atiborraron para 'descansar'.
Bueno, pues a empezar a terminar.

sábado, 13 de diciembre de 2008

"Flaquita"

Hoy recibí una llamada a través del celular. La perdí porque salí sin él. Vi una lada conocida, mas no las siguientes cifras. Esperé sin apuro. Dije: "a lo mejor es mi bro". A minutos de pensarlo y limpiando la casa, el aparato sonó otra vez. Decidida a exclamar "kiubo, tú", dije el riguroso 'bueno' y contestó una voz que detonó mi sonrisa con signos de admiración. Era Neri.
No recordaba que tenía mi número de celular. Ni tampoco cuándo se lo di. La última vez que lo escuché fue vía teléfono de la oficina a unos días de haber muerto mi padre. Se enteró y lo lamentó. Después, sólo correos. Y muy pocos.

Siempre que lo escuchaba me sentía lozana, chispeante y sutil, pero hoy me reconocí 'madura, sensata y actualizada', a pesar de que sigo siendo 'su chamaca' que le resta la mitad de la edad. Y él, bueno, él es el mismo hombre que guarda el recuerdo hermoso de lo que vivimos. Ese gran tipo que con un 'flaquita' me identificaba.

Y me acuerdo del primer beso... fue ese que nadie me dio en la secu ni en el CCH.

Qué curioso, ahora se oye en el depto de al lado una canción que en ese entonces yo escuchaba continuamente gracias a mi prima que la hacía de roommate. Y más curioso, el vecino la repite una y otra y otra vez.

A propósito de Buñuel

"Como todo mundo sabe, yo no soy un alcohólico; desde luego ha habido veces en las que he bebido hasta caerme, pero casi siempre se trata de un ritual delicado, que no te lleva a la auténtica borrachera, sino a una especie de tranquilo bienestar si acaso semejante al efecto de una droga ligera; es algo que me ayuda a vivir y trabajar."

"Durante los últimos años he comprobado la progresiva y totalmente (sic) desaparición del instinto sexual; incluso en sueños. Me alegro. Si se me apareciera Mefistófeles para proponerme eso que se ha dado a llamar virilidad, le contestaría: 'no, muchas gracias, no me interesa. Pero fortaléceme el hígado y los pulmones para que pueda seguir bebiendo y fumando'."

jueves, 11 de diciembre de 2008

Amorous

... Es curioso, ha sido necesario escuchar esto, a Amorous, para que yo me diera cuenta de que Johnny no es una víctima, no es un perseguido como lo cree todo el mundo, como yo mismo lo he dado a entender en mi biografía (...) Ahora sé que no es así, que Johnny persigue en vez de ser perseguido, que todo lo que le está ocurriendo en la vida son azares del cazador y no del animal acosado. Nadie puede saber lo que persigue Johnny, pero es así, está ahí, en Amorous, en la marihuana, en sus absurdos discursos sobre tanta cosa, en las recaídas, en el librito de Dylan Thomas, en todo lo pobre diablo que es Johnny y que lo agranda y lo convierte en un absurdo viviente, en un cazador sin brazos, y sin piernas, en una liebre que corre tras de un tigre que duerme.

Así de chiquita

Me han preguntado si me gustaría ser niña otra vez. No sé qué contestar. Si se tratara de no pensar en otra cosa más que en ir a la escuela, los exámenes, esperar a los Reyes Magos, despedirme de mi hermano mayor antes de dormir recostándome en su cama y vestirme de blanco con moñitos rosas para estar ad doc en un evento especial, lo más probable es que respondería que sí; sin embargo, eso de revivir el momento cuando me confesaron que mi hermanita Hortensia de ocho años había muerto (un año después) y presenciar las constantes riñas por dinero entre mis padres, para después ver a mi amá llorar muy calladita, me hacen dudar en la respuesta.

Pero si se refieren a esa etapa de la vida en la que no hay más obsesión que la del chupón hasta los cuatro años; miedo a dormir con la luz apagada, sola y en silencio (lo he superado), sin olvidarme de ese terror extremo por la Calaca Tilica y Flaca que se transmitía en el canal 5, e inseguridad de no haber estudiado lo suficiente para el examen de mate, por supuesto que respondería que sí.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

De la resignación

En los últimos días, y pensando en un hecho del cual se va diluyendo la esperanza de vivirlo otra vez, he reflexionado muuucho al respecto: hay cosas que me serán negadas para el resto de mi vida, que de por sí, es muy afortunada.

1. Quizá nunca haga el amor con Javier Bardem

2. ¡Mucho menos con Sting!

3. No volveré a ver a mi amá

4. Ni llorar en los brazos de mi apá

5. Seguiré fumando

6. Nunca habrá, por lo menos, un jitomate rojito y fresco en el refri

7. Parece que jamás me iré a dormir a las 10 de la noche

8. Ni pensar en que algún día presuma mi flora intestinal como ejemplo de salud

9. Seguiré despertando en sobresalto a las 3 de la mañana por un error, por ejemplo, que estaba a punto de irse en un anuncio que se publicará en la edición de enero

10. Que seguiré siendo la librana más librana de todas las libranas... pfff!

martes, 9 de diciembre de 2008

Vicky, Cristina y Woody Allen

Pensé que este chaparrito se aventaría con todo en la escenas que se antojaban muuuy cachondas en Vicky Cristina Barcelona. No lo nieguen, este pack nos hizo creer que Allen se aventuraría al erotismo explícito en estos días de sincensura, aún más con referencias tan voluptuosas como Gaudí y la Europa de tiempos modernos. Pero no me molestó en lo absoluto... con todo y mis ganas de ver a mi Javi interactuar expresamente.
Vulgarmente llamada 'comedia inteligente', podría decir que Vicky... es quizá la más original de sus últimas creaciones, poniendo a Match Point como referencia, con la alusión evidente de Crímenes y pecados en ella. Y aunque Cassandra's Dream también fue un tanto tibia para eso de las terribles consecuencias tras un hecho que parecía inofensivo, me mantuvo muy entusiasmada y ávida de cómo acabarían las cosas, como en todas sus películas. Sin duda, las tragedias griegas y hasta bíblicas siempre fueron la salida más próxima del neoyorquino, aunque hoy con seres un poco menos intelectuales y sin esa carga social y profesional, que sólo una ciudad como la Gran Manzana puede ejercer en cualquiera.
Para mí, la estructura de Vicky... es casi impecable. Las piezas se mueven a sus anchas con personalidad propia, incluso esa actitud nerviosa y 'explicativa' de mi ya querida Scarlett como Cristina en una de sus intervenciones –que nos remite al mismo Allen pero con peluca rubia– a pesar de su alma libre y con el único propósito de pasarla bien para, de alguna manera, olvidar sus fracasos. Pero la Cruz en su papel de María Elena fue mi favorita, con esa histeria suicida, que puede reinvindicarse con tan sólo le den amor colectivo. Así el rol de Bardem, Juan Antonio, quien es pintor, como María Elena, y que tiene un 'ecuánime' ímpetu por vivir esa sinergia carnal... aunque puede resignarse con lo que se deje tocar. Mientras Vicky, interpretada por Rebecca Hall, da el motivo cerebral y moralmente correcto con el insípido porte estadounidense de la alta sociedad. Sin olvidar ese inglés-español que le da un ingenioso caos a la historia.
Aunque esos diálogos irónicos y llenos de psicología básica que caracterizaron (sí, en pasado) las creaciones de Allen brillaron por su ausencia (again), lo cierto es que la expectativa que levanta cada uno de sus filmes (claro, los que en su elenco sus fetiches son exitosos y dispuestos a ser parte del paquete de celebridades que Allen adopta en cada época... Y con el entrañable Charles H. Joffe en su 'productivo' crew) nos pone alerta de lo que suceda, más allá de las críticas y haciendo a un lado la taquilla y el número de copias con las que se distribuya (en México fueron 200).
Con Vicky Cristina Barcelona ha vuelto ese Allen de sórdidas relaciones en círculo que regresan a sus personajes en el lugar donde comenzaron, con una sutil enseñanza aunque muy lejos de la respuesta para encontrar la felicidad. Eso con lo que el narrador (el cual me hubiera encantado que fuera mi buen Woody para darle la entrañabilidad que echo mucho de menos) remata: "And Cristina continued searching... certain only, of what she didn't want".

lunes, 8 de diciembre de 2008

I started a joke...



I started a joke, which started the whole world crying,
but I didnt see that the joke was on me, oh no.

I started to cry, which started the whole world laughing,
oh, if Id only seen that the joke was on me.

I looked at the skies, running my hands over my eyes,
and I fell out of bed, hurting my head from things that Id said.

Til I finally died, which started the whole world living,
oh, if Id only seen that the joke was on me.

I looked at the skies, running my hands over my eyes,
and I fell out of bed, hurting my head from things that Id said.

Til I finally died, which started the whole world living,
oh, if Id only seen that the joke was one me.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Woody, my love

Éste será el fin de semana de mi querido Woody.
No me enteré que Vicky Cristina Barcelona se había estrenado este viernes; estaba tan cansada que cuando fui al centro comercial ni me asomé a la cartelera. Pero algo me decía que debía ver algo de lo que abastece mi devedeteca y me dispuse a disfrutar nuevamente La rosa púrpura del Cairo... Es que, para vivir otra vez esa sensible conexión entre la realidad y el cine, me reencuentro en esta bella alegoría (y no porque sea una mujer sin ambiciones y, muchos menos, reprimida).

Este sábado, frente a unos suculentos huevos rancheros, leí el periódico y una módica crítica de la nueva cinta de Allen, y supe de su proyección en México.
Al llegar a casa, luego de comerme un no menos delicioso tamarindo que extraí de la cajita de dulces, decorada con la Bella durmiente, que me dieron en la fiesta de cumpleaños de la peque Vale –primogénita de mi querido Sos–, encendí la tele y me encontré con Scoop, con una mundana Scarlett Johansson de lentes, aunque luciendo sus labios bien carnosos (lo acepto, mi Quique, es hermosa) junto a Woody en una comedia, en la que el crimen no podía faltar. Sin ser la gran muvi, no hay duda que el buen Allan Stewart ha sabido conectarse con la actualidad cinéfila por aquello de seguir vigente. Aunque él diga que le importa una shit.

Para seguir en la onda fan, continué con New York Stories y rematé con la historia "Edipo reprimido", sobre la conciencia castradora, claro, acargo de su madre, sobre los rascacielos de la Gran Manzana ventaneando su niñez a toda la ciudad.
Hoy domingo iré al cine y estaré en la sala en punto de las 4:10 para no perderme ni un solo guiño, ademán, palabra, gesto, etc. etc. de mi soñado Javier Bardem (perdón, pero ya se los había advertido) y, de paso, sabré de la sensual propuesta que se ha empeñado en mostrarnos mi muy preciado 'Red' a través de los actores de moda. Y sin Nueva York, again.

Me limito a decir que muchos han bociferado que esta cinta "sí es de Woody Allen"... Quiero creer que sí, pues su facilidad para tratar las relaciones complicadas es su marca personal, aunque esta vez, 'contemporizadamente', con un Bardem como un toro y la Johansson tan dispuesta a ser cogida en gran faena, al igual que otras dos cómplices, formando un robusto cuarteto que ha cautivado a la audiencia no tan seguidora del director y guionista, y que sólo oyeron de él, mientras huían de sus anteriores filmes.

Veremos. Y ahi les contaré.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Bla, bla, bla del principio del fin...

... Del 2008. Ha sido tan poderoso, que a un mes de acabar parece que la Tierra palpita más fuerte a través de cada rincón de mi resguardo, mi casa, como si fuera a estallar para mi big bang paticular. Vuelvo a sentir mis latidos en cada objeto que me acompaña. Vuelvo a sentir que soy quien mueve las piezas sobre el tablero de flores pintadas de rojo y verde, y el de las neuronas que vuelven a cumplir su función. Sin duda, las catarsis son buenas para retomar el control.
Y de nuevo enlisto lo que me motiva aquí adentro para ir de nuevo afuera, aunque sólo sea materia, que para mí tiene vida: mis cuadros, mis cojines, los vasos de plástico, la botella de rompope y mi bata de baño color rosa mexicano; mis pelis, mis discos, el letrero en japonés que dice 'fortuna' y el pequeño bonsai pirata (cuidado, tiene nombre y se llama Goyo), que se resiste a petrificarse por falta de agua de vez en cuando, y un nuevo integrante de hojas plantado en la tierra. El microondas, el refrigerador, la cocina sin estufa y mis latas donde habitan Stan Laurel y Oliver Hardy... Mi cama, los poemas, el señor Linterna verde que me cura mensualmente y mis 'tablitas'; los inciensos, las piedras de los Andes y la pila de libros aún sin leer.
Mi cuerpo lleno de humo de cigarro, mi cabello... mi corazón que ya se está regenerando.

El mundo pulsa y estoy dentro de él... Que lo demás se quede afuera y que se resuelva como pueda. Porque yo no puedo resolverlo, excepto la edición de cada mes y sus presupuestos. Que lo demás se las arregle como sea; la ciudad, la contaminación, las almas perdidas, porque yo ya me encontré... again.
¿Este es el principio del encuentro con la paz? Oh, sí, ya lo creo que sí.