 Si quisiera enumerarlas, comenzaría con los inicios del carnivorismo en la Tierra. Pobres dinos. Pero hoy resulta tan normal, que no pasa nada si un búfalo o un ganso pelean demanda en las  carnicerías... Como las tantas aventuras que viven las principales protagonistas de las revistas del corazón (y no por tener algún talento) y demás de esas publicaciones que mantienen a editoriales enteras, mientras éstas se dan el lujo de 'fabricar' magazines sobre cómo preparar colibrís en escabeche y 28 maneras más, sin generar ninguna ganancia. Para qué... Va la primera injusticia.
Si quisiera enumerarlas, comenzaría con los inicios del carnivorismo en la Tierra. Pobres dinos. Pero hoy resulta tan normal, que no pasa nada si un búfalo o un ganso pelean demanda en las  carnicerías... Como las tantas aventuras que viven las principales protagonistas de las revistas del corazón (y no por tener algún talento) y demás de esas publicaciones que mantienen a editoriales enteras, mientras éstas se dan el lujo de 'fabricar' magazines sobre cómo preparar colibrís en escabeche y 28 maneras más, sin generar ninguna ganancia. Para qué... Va la primera injusticia.Pero la que atañe a Paris Hilton, Lindsay Lohan y Britney Spears (la segunda y más importante) es que los centros a los que les encanta asistir, ya no serán donde compran sus artículos de primera necesidad (refiérase ropa, bolsos, perfumes y joyería para sus mascotas y laxantes para ellas). Ahora son unos con nombres muy largos y con diptongos y haches intermedias, como para que puedan pronunciarlos, ni siquiera recordarlos: los penitenciarios y de rehabilitación. Pero ya es tan normal...
FOTO: Hilton en la cinta de 'terror' House of Wax (Casa de cera, 2005)... La tercera.
 








