Después de más de un año de no tener contacto en vivo con los dioses del entretenimiento, se cumplió uno de los designios del supremo destinado para esta humilde reportera: luego de haber postergado su arribo a la ciudad más vilipendiada del mundo en la actualidad, el "Hombre vivo más sexy", hasta el momento, o sea, claro, Hugh Jackman, posó para los medios mexicanos antes de tomar asiento en el estrado, fondeado por un gran cartel de su reciente cinta y cuarta entrega de la saga, X-Men Origins: Wolverine.
 Mi intervención fue la novena. Y tras escucharlo embelesada por más o menos 20 minutos, respondiendo ampliamente ocho preguntas, no tuve más que levantarme de la silla en la tercera fila frente a él y vencer los nervios: "Amo el cine clásico, por consecuencia venero sus iconos... Y estoy completamente de acuerdo que tú puedes ser el Cary Grant del milenio."  Abrió sus hermosos ojos azules, exclamó "wow!", se sonrojó y carraspeó apenado, antes de adular a la traductora que escuchaba a través de unos audífonos, como esquivando responder. Todos rieron comprendiendo su evasión. Contestó que es un halago y prosiguió con lo multifacéticos que pueden ser los actores australianos.
Mi intervención fue la novena. Y tras escucharlo embelesada por más o menos 20 minutos, respondiendo ampliamente ocho preguntas, no tuve más que levantarme de la silla en la tercera fila frente a él y vencer los nervios: "Amo el cine clásico, por consecuencia venero sus iconos... Y estoy completamente de acuerdo que tú puedes ser el Cary Grant del milenio."  Abrió sus hermosos ojos azules, exclamó "wow!", se sonrojó y carraspeó apenado, antes de adular a la traductora que escuchaba a través de unos audífonos, como esquivando responder. Todos rieron comprendiendo su evasión. Contestó que es un halago y prosiguió con lo multifacéticos que pueden ser los actores australianos.– Si se realizara una cinta sobre tu vida, ¿qué actor desearías que te interpretara?
– Podría ser Morgan Freeman -bromeó- o, por qué no... Cary Grant.
 







1 comentario:
En este momento compruebo que no existe la envidia de la buena. No, no. ¡Qué envidia, mujer! :D
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