martes, 2 de septiembre de 2008

Lunes insólito

Ya son las 2 de la mañana y apenas estoy merendando, pues he llegado de la redacción hasta ahora. Y no porque así lo haya planeado.

El día inició muy normal; un desayuno pi.ar, llegar a la oficina al mediodía (abordo de un taxi que me cobró muy caro), ponerme al corriente con la edición, que ya está encima (en los últimos tiempos, ésta y el cobertor son los únicos que han estado encima de mí), y a las 3:15, una comida muuuy agradable, para variar, platicando de cine.
Y luego de esa incomodidad que se siente cuando tienes que pagar la renta (haces cuentas y no te sale la quincena), ese Sos, tan bromista, como siempre, me da la gran noticia que, obviamente, no creí por su simpática naturaleza: "Ah, y ganaron la quiniela Danny y tú", con una cara de "y uno que sí sabe de futbol..."
Naaah...
Efectivamente, resultó ese tin marín intuitivo y muy femenino, basado en "éste me gusta, éste como que va a perder, a éste ni lo conozco... De éste el director es La Volpe (es que soy atlantista), y en este equipo, pos, estuvo Miguel Herrera (aunque haya llevado al anterior a la otrora segunda división)". A'itán mis 50 pesitos... mismos que se convirtieron en 300.
Y uno de los más asiduos al deporte nacional y sus respectivas publicaciones, personalmente ("es un honor" y "no lo merezco") me entregó la lanita.
Feliz por la hazaña, me dispuse a seguir con mi labor (con otra muuuy agradable pausa para fumar, al tiempo que me enteraba que no soy tan mala en eso de los desvaríos literarios... la segunda sorpresa), yo muy concha vi el reloj (¡chanclas, en qué estaba pensando! Ah, sí, ya me acordé), salí corriendo y no me quedó más que decirle adiós al último camión. Algo increíble, pues nunca me había pasado...Sí, chanclas.
Regresé a mi lugar y resignada, seguí con la editada, antes de una larga charla, ya cumplida la medianoche, con mi querido Alberto, otra alma perdida en reconstrucción. Con tabaco y todo. ¡Zaz! La 1:00.

Bueno, la suma nada despreciable sirvió para pagar las altas tarifas del par de taxis que me llevaron con bien a mis destinos.
Simplemente, extra-ordinario. Pfff.

3 comentarios:

erMoya dijo...

Suele ocurrir que a veces el que menos entiende antes acierta xD

Aunque el premio no fue gran cosa pero, como dice un colega mío, "menos da una piedra". xD

Besos!!

Liliana dijo...

Y mira que los mexicanos somos buenos para darle valor hasta a las piedras si son regaladas!

Más besos.

Anónimo dijo...

GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! POR TI Y TUS DESVARÍOS FUTBOLISTICOS!