A punto de lanzarme a la cama (sí, sola), le di un último vistazo al bloque cinematográfico de la cablera y me topé con una cinta muy alusiva al día que está por expirar: Corazón de niño (1962). Ñoñón el nombre y la trama, pero con una fuerte atracción: el elenco, encabezado por el galardonado y aún alabado Ignacio López Tarso, pero sobre todo por el director.

 Corazón de niño narra la historia de un profesor, quien llega a remplazar a un maestro finado en una pequeña escuela rural. Cada caso infantil es un recorrido por los amaneceres de quienes, bien portaditos y no tanto, forjan sus vidas en torno a este generoso y patriota académico, entre muertes y ausencias paternales, así como carencias, mientras uno de los chicos se recupera de un pie lesionado por un camión cuando éste salva la vida de un compañero. Aaaahh, qué bonito...
Corazón de niño narra la historia de un profesor, quien llega a remplazar a un maestro finado en una pequeña escuela rural. Cada caso infantil es un recorrido por los amaneceres de quienes, bien portaditos y no tanto, forjan sus vidas en torno a este generoso y patriota académico, entre muertes y ausencias paternales, así como carencias, mientras uno de los chicos se recupera de un pie lesionado por un camión cuando éste salva la vida de un compañero. Aaaahh, qué bonito... Ni modo, ya no me dormí; es que es inevitable pasar por alto joyas de este calibre.
Ni modo, ya no me dormí; es que es inevitable pasar por alto joyas de este calibre.De Película, fuera de cualquier churro ochentero liderado por Alfonso Zayas y sus secuaces, te agradezco que transmitas producciones como ésta.
 






















