Cuando amas tu trabajo, llevándolo a cabo con el potencial con el que el supremo, el esmero y la suerte te han dotado, éste se convierte en un ser entrañable que desearías nunca te dejara.
Mañana es mi último día en mi amada editorial. Pero no el último haciendo lo que me gusta.
La gente que me quiere, quiero y que han compartido una vida dentro de la redacción saben de lo que estoy hablando, así como de cuánto amo mi trabajo. Tanto, que su cariño lo han demostrado con una que otra lagrimita, imperando el optimismo y deseando que me vaya bien y nos volvamos a ver.
Sos, Brei, Robert, Benji, Lola, Martita, Danny, Héctor, Almita... De eso pueden estar seguros.
jueves, 26 de febrero de 2009
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3 comentarios:
Dejar rincones y costumbres entre los papeles, dejar ese modo de escribir y de gente. Dejar redacciones... no es lo mismo que dejar una oficina cualquiera. Ahí el papel que uno cumplió no lo suple nadie, tu debes saberlo como yo.
Querida mía, es una gran oportunidad para hacer nuevas cosas, y con la estrellota que siempre has tenido, sé que no hay nada imposible para ti.
Unas chelitas aprovechando las vacaciones forzosas, ¿no?
Te adoro.
Así es, mi querido Nico, así es.
En parte me alivia que la revista de mi corazón haya cerrado, pues me habría dado más dolor que alguien ocupara mi lugar... Es como esos amores, que prefiero que mueran a que amen a otra mujer... Conmigo o con nadie!!!
Querida mía, a planear la vida, que ella no podrá librase de mí por mucho tiempo!!... Espero ¬¬ para también planear una sesión de cervezas y recuerdos.
Los adoro.
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