
"¡Maldita primavera!", exclamé alguna vez cuando las sudoraciones extremas no hacían juego con mi estado de ánimo. Agh. Hasta un criadero de hormigas invadió mi cama, mientras la soledad lamía mi cuerpo como perro en sus heridas.
Ahora, si la angustia por los ardores venideros me quita el sueño es sólo porque...
En fin. ¡Bendita primavera que detonas los deseos carnales y amorosos en nosotros los jariosos mundanos, mientras vemos refracciones emanadas del asfalto!
2 comentarios:
Grandes y jariosas letras... Paz.
Pues yo no quiero primavera!!!! Todavia no se ha ido el invierno y ya empiezo a sentir mi sistema inmune revolucionado...
Cuando eres alergico hasta al aire que respiras...créeme que puedes llegar a temer a la primavera :S
Besos!
Publicar un comentario