martes, 30 de octubre de 2007

Agarrando aire

Si bien mi historial no es crítico, estoy en la edad en la que es mejor pensarla dos veces (malditas veinteañeras que aún no pierden la cordura) y hacer algo por la salud.
Recuerdo la primera vez: en la azotea de mi casa, un benson mentolado y muchas ganas de seguir los pasos de mi hermana mayor. Yo tenía 16 años. Como todo en mi vida, comencé tarde, tomando en cuenta la de casos que precipitan las experiencias terrenales.
Sin duda, la sustancia extra hizo que me diera todo vueltas a la primera inhalación, y en un tercer piso, ¡qué insensatez! Pero pasé la prueba y así me inicié. Luego, el CCH, la misma marca y estilo unos tres tabacos al día, y sueltos porque no había lana, algo que hizo que no fastidiara mi vida con el gusto que le estaba agarrando. Y de ahí pa'l real prudentemente (con dinero para una cajetilla entera) hasta los 25, cuando deserté del nido y conviví con una linda soledad. "Mientras haya para los cigarros, qué importa si no como"... Se confirmó la afición. Una caja al día... y media en la noche. Durante dos años no fue difícil el subir escaleras, correr tras 'la ruta' y mantenerme en pie con poco alimento. 'Nicotina' era mi nombre. De puro humo estaba hecha. ¡Ah! Y tenía veintitantos.

Cuando lo dejé, hasta eso, no fue el fin del mundo. Había vuelto a la casa que me vio nacer y fue obligada la renuncia... No hubo ansiedad ni alucinaciones por la noche (sólo porque había vuelto a la casa que me vio nacer). Gradualmente, bajé a dos piezas al día, y poco a poco, desapareció, hasta sólo fumar en reuniones y momentos críticos. No más.

Ahora, qué puedo decir, sólo que el momento es propicio para aspirar el humo y exhalar como si me diera alivio... Pero el vaivén podría no terminar y estoy expuesta a ser la 'chica de humo' otra vez.
Hoy por la mañana, creí que era por falta de lentes, y aunque con ellos, noté en mi reflejo a una mujer lejos de envejecer con dignidad en unos 'cuantos' años. Manchas oscuras, ojeras, piel cascada y una actitud poco amable...
De hoy en adelante, prometo mirarme más seguido al espejo.

4 comentarios:

Moxo dijo...

No te veas al espejo, no eres buena critica de ti misma, mejor pregúntanos a los que te queremos, pensaras que no es objetivo pero el juicio es de corazón. Estas bien y la edad nos reafirma no nos merma. no se clave. Vacassss.

Liliana dijo...

Hombre, pues grazie!.. LA EDAD NOS REAFIRMA, NO NOS MERMA. Recordémoslo, entonces.

Jazz_Cacheux dijo...

Pues miren... creo que hay que bajarle al tabaco, o tener muy cerca a Moxo pa' que salve la vida de una y sonriendo diga: "por la nariz, tranquila... por la nariza". No eres buena crítica de ti misma, eso es verdad, pero que la nicotina es nuestro segundo o tercernombre para cada caso, eso también es cierto, será mejor beber agua... correr un poco, y por mí... seguir fumando.
Mua! te quiero

Moxo dijo...

jajajaja, por la nariz, tranquila... por la nariz... muy buena,