No hubo otro ser de indefensa figura que Norton para reinventarse así mismo. Sin duda, estuve frente a una propuesta más acertada que la de Ang Lee en 2003, aunque con buenas intenciones: revivir el mito y embolsarse gran parte de los casi 140 millones de dólares.
Si recordamos al Banner original y al del 78 en la serie, el científico está lejos de ser el chico más popular de su barrio, personalidad que el cuerpo de Eric Bana nos podría sugerir.
A todos nos apetece ver en acción a histriones que gustan del desafío, de quienes podríamos concluir, son fans de Robert Louis Stevenson, por aquello de la doble personalidad. Fight Club y American History X, buenos ejemplos de la teoría aplicada en Edward Norton. Hasta la cinta The Score, interpretando a un hábil ladrón, que se hace pasar por un discapacitado mental, como parte del plan para llevarse el botín.
En The Incredible Hulk pude adorarlo. Si no he sido gran seguidora (evitándolo así en el rol de Rockefeller en Frida, yiac!), reconozco que ya es un consagrado. Y Mr. Green, un buen comienzo del resto de su carrera, luego de The Illusionist y el drama romántico The Painted Veil, un género con el que algunos deben cumplir como sala de espera para pasar a un salón más excitante. Esta vez, el iracundo cuerpo verde.
Y qué decir del master Tim Roth, quien también me incitó a pagar el boleto. Tan inmutable, tan... 'apaciblemente' ambicioso. Mientras Liv Tyler es la perfecta chica sensible de historieta.
¿El escenario inicial?, las laberínticas favelas para esconder su maldición y buscar la cura para deshacerse de ella. Excelente idea. Sin olvidar la temprana acción que engancha desde el principio. Pero preferí la lucha metálica (perdón, Iron Man es la referencia más cercana en mi iniciación a los seres comiqueros en pantalla) a la de los cuerpos creados por rayos gama, con poca habilidad para emocionarme. Además, extrañé los gags que de vez en cuando dan brillo a historias como ésta... Es que Iron Man me mantuvo con una sonrisa permanente, aunque... pudo ser por otra cosa...
Sin embargo, existe ese drama que involuntariamente pone el ojo remi. Señores, no pude evitarlo, ver a un superdotado sin esperanzas es verdaderamente conmovedor.
Algo es cierto: pasé un rato agradable. Me gustó el Bruce de Norton y su errar por el mundo, cabizbajo y encantadoramente vulnerable.
¿De lo mejor? El final. Sí.
domingo, 22 de junio de 2008
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2 comentarios:
A mi me encanta spiderman, yo creo que por lo que dices por la vulnerabilidad, por ver a alguien con grandes poderes, pero tan humanos, con problemas, con la vida hecha un desastre.
uta, ya te habías tardado...
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