Con todo y las señales tan palpables, a veces pensamos que no se puede tener tanta suerte.
Sin embargo, hoy descubrí que no se trata del azar: ahora creo mucho más en el poder de la palabra. Aunque suene adoctrinador, ¡es cierto! Y no me digan que el arte de la persuación es fácil. Pero si decimos las palabras correctas, con convicción, un poco de perspicacia y elocuencia, y por qué no, cruzando los dedos para que se logre el cometido, el resultado es positivo... A pesar de cierta 'inflexibilidad' por parte del receptor.
Hoy comprobé la teoría. Irrefutable. Quizá la fortuna tenga mucho que ver pero, finalmente, dicha mezcla, maistros, amarró. Logré que el plan X (para alguien) fuera la opción A (que desde un principio lo fue para mí). Pensé que sería más difícil. Y lo confienso, hasta tuve miedo.
Señores, nunca estuve tan convencida de lo que soy y para lo que estoy hecha como en ese momento. No hubo insistencia telefónica ni correos rogando por una respuesta. La recibí sin pedirla y hasta la encontré en mi h. grabadora porque no pude contestar.
No hay inflexibilidad, estimados, sólo impulsos que se desvanecen con la palabra y tooodo su poder.
Sólo espero que no cambien de opinión :S
martes, 24 de junio de 2008
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4 comentarios:
Leí el título y me dije: "ésta ya vio She-ra"...
Pero como seguro no la conoces, date un quemón:
http://youtube.com/watch?v=PEUY5N_rHz0
Tons, yo soy She-ra...
Sí, namás tinteate el pelo de rubio (al fin que el largo ahí va) y quedas i-gua-li-ta...
ajá
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