Sólo han sido dos veces las que he fumado en mi cuarto. La primera, a oscuras, con un vaso de vodka a un lado de mi cama y al otro...
La segunda, hace unos minutos, en mi ventana polvosa con una persiana que ya no sirve, mientras escuchaba "What the World Needs Now is Love" a través de 30 mil watts de potencia.
Y al tiempo que miraba los muros que rodean mi departamento, alcé la vista y ahí estaban: los escasos millones de estrellas que aún se perciben en el cielo de mi amado-odiado DF.
What the world needs now is love, sweet love, It's the only thing that there's just too little of...
¿Qué clase de amor necesita quien disfruta de la soledad, la cual permite levantarse a las 2:22 a encender un cigarro, cuando ya se había dispuesto a dormir?
Quizás hay seres que, como yo, se levantan a fumar en la madrugada porque el pensamiento no está en su recamara sino en la constelación más lejana o en el corazón de alguien más, el cual está más lejos que esa misma galaxia...
There are cornfields and wheat fields enough to grow, there are sunbeams and moonbeams enough to shine... Oh listen, lord, if you want to know...
Ahora que no son vacaciones ni fin de semana, y que puedo levantarme tarde añorando despertar temprano para salir corriendo para llegar a la oficina, mi recamara huele a cigarro como hace unos meses.
What the world needs now is love, sweet love, no not just for some but for everyone...
martes, 3 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario