![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7EX2YAIvCu1aBkY7YURaCw3SxUNchJBQ32UAOnMts7LAMiw_2jiUaQwJAiLZNnr5dIJ8V3WT3q6uigt8oDXMdG18GSm6CsaI-22Ux5R4KMtFHqkMaMqvWxkkUyz2IllP2FIU4-Au-cvE/s320/cafe.jpg)
¿El sabor? Desagradable. ¿El efecto? Prometedor. Ojalá que mi estómago perdone tanta iniquidad, pero el cerebro debe recibir ayuda, como mis ojos (que no quieren abrirse) y mi boca (que no se conserva cerrada [me han dolido las comisuras] por el bostezo incesante y muy incómodo).
Aunque no sabe tan mal... ¡¿Será que he recordado qué bien se siente en mi boca la cafeína en su máxima expresión?!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario