viernes, 31 de agosto de 2007

Lamento

Oigo cerca una amigable vocecita dirigiéndose al auricular... "¿Cómo estás?.. Gracias... Y, ¿cuánto fue?.. AAAAUUUCH!!"
Sí sé y sí me interesa, porque es el aullido que cualquier asalariado puede emitir. Quizá fue la defensa de su coche que se estampó contra otro más, el costo de una noche de hospital sin estudios incluidos (de veras se oía mal) o la lista enorme de herramientas escolares de la hermanita, el hijito o el sobrinito, cuyos padres necesitaron de la ayuda de este buen pastor que padece el momento. Pobre muchacho.
Eso me recuerda que hay muchas cosas que pagar la próxima semana. Y habrá muchas cifras que discutir con mi contador de cabecera... y de sillón, de almohada, de mesa... Aarón, tengamos paciencia y no gritemos delante de la niña.

1 comentario:

Anónimo dijo...

JO... QUE FUERTE!