Algo es seguro: nadie puede ocultar lo que nos pasa ante la gente, los amigos, compañeros, simples transeúntes.
Hace un rato, fumando un cigarro (pos qué-más), usé cierta pose que me delató por completo: 1. "uy, qué introspectiva", 2. "¿por qué tan pensativa?". Ya saben, mano derecha sosteniendo el cigarro, mano izquierda en la barbilla (me estaba quitando un barro) y la mirada... sí, en el limbo.
Por eso, en la chamba me gusta fumar acompañada, siquiera la conversación es tan banal o de trabajo que en el fragor de la plática, evades esas reflexiones que en la soledad y apuntalando algún muro hasta brillan, las condenadas.
jueves, 13 de marzo de 2008
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5 comentarios:
Y QUE! ES MAS DIVERTIDO VER LAS CARAS DE LA GENTE QUE CREE SABER LO QUE ESTAS PENSANDO! QUE EMBROLLO! OLVIDALO! SON LOS CIGARROS MAS DISFRUTABLES, QUE NO?
Seguro estabas en tu pose de enigmática, copiada claro de la versión de Jean Grey de la última de X-Men, jejeje
un besito y feliz fin de semana.
Míralo por el lado bueno, es mejor parecer que meditas que pensar en voz alta. También es menos embarazoso.
Un beso meditabundo.
Por cierto, volví :) Y tranquila, a lo mejor tardo en publicar, pero no me voy. Me haces falta ;)
Otro beso pero sin pensar tanto.
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