Loca-Flaca, o al revés para los cuates, pesa algo así como una cantidad que no llega al gramo, gusta de revolcarse en el sillón, trapos y todo material acogedor (como la panza del Gordis) y sorprende con uno que otro langüetazo en las fosas nasales.
Para dormir, sólo necesita de un centímetro cúbico para respirar debajo de las cobijas y es buena para calentar los pies (lo descubrí anoche).
En un mes se va. No dudo que la extrañaremos. Sobre todo la dueña del recinto. Pero algo me dice que su estancia durará más de este tiempo porque es encantadora. Muy cagada, diría yo.
Fica, gorda, a güevo que no te olvidamos.
4 comentarios:
Esta flaca tiene unos ojos de consentida...
Me late que se quedará a vivir con tu hermanita y no creo que le pueda pasar algo mejor a cualquier perrito que tener una familia como la tuya.
Mándale un abrazote, si?
Claro, querida Luna. Más abrazos para ti.
Insisto: se te extraña, y un montón.
Besos.
Está preciosa, yo la verdad no la dejaría ir :D
Seeeeee!!!!, que se quede, que se quede.
Besos, mi Clau, gracias por venir.
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