Son imperceptibles, pero ahí están. Es como un ser que camina en los rincones de la cocina, se alimenta de las sobras de un buen manjar y creemos que de un pisotón acabamos con el problema. O como el cajón más a la mano de nuestro escritorio que vomita cosas y papeles, que aunque servibles, no se han guardado en un archivero, donde deben estar, y no lo notas, pero llegará el día en que no cabrá nada más.No hay de otra, señores, hay que limpiar nuestros cuartos, revisar en cada esquina, prevenirnos de una plaga. No hay de otra, hay que crear un archivero pulcramente destinado y desahogar nuestro cajón... Así son las malas relaciones: escurridizas, abotagadas y peligrosamente imperceptibles.
5 comentarios:
¿Y las buenas? ¿Cómo son las buenas? ¿Quién dice cuáles son buenas´? ¿Hay un 'request'?
Las cosas se complican 'si el afecto se limita a los momentos de pasión'.
Qué certero es Nacho... y tú.
Las buenas... es que las buenas se sienten, se palpan, laten, te gritan 'aquí estoy, aquí estoy'... Te dicen 'te quiero, te amo'...
... y no se esconden, nunca se esconden...
¿Y la seducción? Dicen que una habitación con velas y una botella enfriándose... sábanas de satín ... eso... la media luz. Es por mucho diferente a una tímida cama con sábanas blancas y foco, pero ambas sirven para lo mismo.
YA ESTA... LAS MALAS RELACIONES AL CAÑO Y LAS BUENAS AL ARCON DE LOS BUENOS RECUERDOS. PUES NO, TODAS NOS DIERON Y AL FIN DE CUENTAS TODAS NOS FORJARON... EN LO QUE ADMIRAMOS Y NO, LO SENTIDO Y NO, EN LO QUE SOMOS Y DESTILAMOS POR LOS POROS TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS DIAS, HASTA AL FINAL DE NUESTRA VIDA, ASI QUE SOLO POR ESO Y POR SER PARTE DE NUESTRA HISTORIA VALE PENA TENER LAS BUENAS Y LAS MALAS PRESENTE SIEMPRE, SINO, COMO EVOLUCIONAMOS.
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