Este dolor de hombros ya llegó hasta las muelas y me tomé en tiempo récord un Red Bull para masacrar el sueño. Recuerdo que los sorbitos –como en el amor– eran algo deleitable.
Mientras el ácido azul descarna los brazos de Morfeo y las piezas dentales resisten la hecatombe, me acaricia el suave bebop incluido en lo nuevo de la Wilson... una mezcla de cartón piedra, aguadez somnolienta y sutileza auditiva formando un ente ataviado con 'trapos' aptos para una cena pi.ar a las 9 de la noche... ¿Es eso posible fuera de cualquier ficción?, me preguntaría esa Púrpura atenta a cualquier cotidianidad para plasmarla en un h. blog nada surreal.
Es que como que yo no me siento 'yo' con esta ropa que no le ayuda en nada a mi cómoda pesonalidad... ¬¬
miércoles, 16 de julio de 2008
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5 comentarios:
El hábito no hace al monje... es lo de abajo lo que cuenta, aunque; citando a Ghost Dog, "sometimes, a little powdered rouge is necessary".
¿Supongo que habrás visto la película?
Un beso.
Después de esa cena, la verdad es que olvidé el disfraz... Me la pasé agradablemente bien.
Ghost Dog... hay una experiencia en torno a esa peli: a 10 minutos de comenzar, se fue la luz en casa. Como era rentada, tocaba entregarla al siguiente día.
Pero ya quedó la curiosidad y prometo checar los fusibles antes de verla este fin de semana, lo prometo.
Dos besos.
Ahora que lo pienso... fui un maniquí como de Galería nocturna o Al filo de la realidad... Ouh...
Uy!, galería nocturna... hace tiempo ya que no veo eso!; era bueno!
Ghost Dog, algo que DEBES ver, es genial!
Te mando dos besaso también :-), como en España.
Comparto el dolor de hombros. Venimos cansadas.
Besos varios,
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