A pesar de las bajas temperaturas en los últimos días, se han enardecido mis ánimos con una que otra noticia. Sobre todo ayer.
Primero fue el prometido cambio de equipo de cómputo, un trámite que desde hace tres meses se había realizado al pie de la letra y que, me enteré, ni siquiera había procedido. No importó el papeleo ni los quinientos personajes por los que pasaron dichos formularios que llenamos exhaustivamente. Simplemente, se perdieron. Después, el saber que un importante aumento de sueldo no se llevaría a cabo 'hasta nuevo aviso' –que no es el mío– me enervó más. No me atrevo a decirle a la afectada, o sea, a mi querida coordinadora editorial.
Pero también hubo una mención sobre algunas líneas escritas por esta servidora el pasado y muy caliente abril en este h. blog, que hizo recordar las ardientes intenciones de muchos ganosos conocidos, cuyas máximas iban desde "yo tan solo y tan sexoso", hasta "con este calor se coge más rico"...
Entonces sólo desfilaban alacranes y hormigas en mi cama, mientras un desquiciante calor envuelto de insomnio logró que fuera uno de los meses más negros, aunque catárticos, de mi vida después de mi desastrosa ruptura.
Qué bueno que ya hace frío, así se calma la rabia que provocan mis enemigos burocráticos y mitiga el pesar del sofocante recuerdo de la pasada primavera, que estuvo muy, pero muy lejos de detonar en mí algo parecido a esos 'ardientes deseos' que muchos deleitaron.
viernes, 3 de octubre de 2008
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2 comentarios:
Qué delicia de música para unos oídos cansados de tanto oir sinsentidos!
Gracia nuevamente. Visitarte siempre es un placer.
Un abrazote.
Ash. Eso de que le prometan a uno un aumento y luego siempre no... cala bastante. Más que los 36º centígrados que pueden hacer que experimentemos una sensación horrenda.
Yo también agradezco por el frío. Y agradezco, del mismo modo, tu visita por mi blog.
Muak.
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