... Que no se puede quitar de la mente.
¿En mi caso?
1. Bueno, pues está el buscar vías alternas de casa al trabajo y del trabajo a la casa, por aquello del miedo colectivo a los despiadados putrefactos, que a la personas honradas nos vigilan cada día en esta maldita ciudad (más maldita que la de Ismael Rodríguez).
2. También, ese empeño por saber en qué quincena llegará el deseado y ya gastado aumento... de veras, no duermo.
3. ¿Otra? Cuando llego al hogar y abro 'obsesivamente' mi lap.
4. Este... pos... Sting.
5. ¿Qué creen? Hacerme otro tatuaje.
6... Y algo que no sé cómo decirlo (¿porque no debo decirlo?). Algo en lo que pienso cuando me despierto, que me hace sonreír (creo que hasta me sonrojo), mientras una descarga de adrenalina azota el estómago, río otra vez y me sorprendo por esa mi capacidad para vivirlo a larga distancia... Con todo y lo bello que puede ser, sí, creo que es una obsesión, pues no puedo quitarlo de mi mente.
miércoles, 20 de agosto de 2008
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