viernes, 26 de diciembre de 2008

De la interrogación

Sólo las buenas decisiones hacen que nunca tengas dudas. Pero, ¿cómo saber cuando tomamos buenas decisiones?
Algunos arrebatos han hecho que me sienta insegura de haber actuado correctamente. Aunque no puedo incluir aquellos de los que en regulares ocasiones pensé que caería en ellos, y que intenté evitarlos. Siempre había una razón para que fuera así. ¿Tomé una buena decisión? Aún vivo con incertidumbre.
Viene el 2009, y ahora que siento otro gran desasosiego (que falta un tiempito para acallarlo) sé que la pensaré no dos, sino unas cuatro veces antes de proceder, aunque deba sacrificar.