domingo, 7 de diciembre de 2008

Woody, my love

Éste será el fin de semana de mi querido Woody.
No me enteré que Vicky Cristina Barcelona se había estrenado este viernes; estaba tan cansada que cuando fui al centro comercial ni me asomé a la cartelera. Pero algo me decía que debía ver algo de lo que abastece mi devedeteca y me dispuse a disfrutar nuevamente La rosa púrpura del Cairo... Es que, para vivir otra vez esa sensible conexión entre la realidad y el cine, me reencuentro en esta bella alegoría (y no porque sea una mujer sin ambiciones y, muchos menos, reprimida).

Este sábado, frente a unos suculentos huevos rancheros, leí el periódico y una módica crítica de la nueva cinta de Allen, y supe de su proyección en México.
Al llegar a casa, luego de comerme un no menos delicioso tamarindo que extraí de la cajita de dulces, decorada con la Bella durmiente, que me dieron en la fiesta de cumpleaños de la peque Vale –primogénita de mi querido Sos–, encendí la tele y me encontré con Scoop, con una mundana Scarlett Johansson de lentes, aunque luciendo sus labios bien carnosos (lo acepto, mi Quique, es hermosa) junto a Woody en una comedia, en la que el crimen no podía faltar. Sin ser la gran muvi, no hay duda que el buen Allan Stewart ha sabido conectarse con la actualidad cinéfila por aquello de seguir vigente. Aunque él diga que le importa una shit.

Para seguir en la onda fan, continué con New York Stories y rematé con la historia "Edipo reprimido", sobre la conciencia castradora, claro, acargo de su madre, sobre los rascacielos de la Gran Manzana ventaneando su niñez a toda la ciudad.
Hoy domingo iré al cine y estaré en la sala en punto de las 4:10 para no perderme ni un solo guiño, ademán, palabra, gesto, etc. etc. de mi soñado Javier Bardem (perdón, pero ya se los había advertido) y, de paso, sabré de la sensual propuesta que se ha empeñado en mostrarnos mi muy preciado 'Red' a través de los actores de moda. Y sin Nueva York, again.

Me limito a decir que muchos han bociferado que esta cinta "sí es de Woody Allen"... Quiero creer que sí, pues su facilidad para tratar las relaciones complicadas es su marca personal, aunque esta vez, 'contemporizadamente', con un Bardem como un toro y la Johansson tan dispuesta a ser cogida en gran faena, al igual que otras dos cómplices, formando un robusto cuarteto que ha cautivado a la audiencia no tan seguidora del director y guionista, y que sólo oyeron de él, mientras huían de sus anteriores filmes.

Veremos. Y ahi les contaré.