"Como todo mundo sabe, yo no soy un alcohólico; desde luego ha habido veces en las que he bebido hasta caerme, pero casi siempre se trata de un ritual delicado, que no te lleva a la auténtica borrachera, sino a una especie de tranquilo bienestar si acaso semejante al efecto de una droga ligera; es algo que me ayuda a vivir y trabajar."
"Durante los últimos años he comprobado la progresiva y totalmente (sic) desaparición del instinto sexual; incluso en sueños. Me alegro. Si se me apareciera Mefistófeles para proponerme eso que se ha dado a llamar virilidad, le contestaría: 'no, muchas gracias, no me interesa. Pero fortaléceme el hígado y los pulmones para que pueda seguir bebiendo y fumando'."