domingo, 31 de agosto de 2008

Bla, bla, bla...

Eso de no tener televisión ha sido bastante productivo, pues vi las cintas que tenía atrasadas y otras más que se acumularon esta semana. Cinco al hilo el día de ayer. Con M de Muerte, Acá las tortas y Buffalo 66 se unieron a la lista. Y aunque me di tiempo para trabajar un poco, disfruté el sábado anterior. Pero mi computadora ya estaba cansada de tanto reproducir historias resueltas pero pendientes, así que en la sexta, Los niños del cielo, la dejé dormir. Yo también lo hice.
Hoy, comencé con Hannah y sus hermanas para seguir con Wonder Boys y ahora veo Otra mujer, de Woody Allen. Esta vez, en la pequeña tele que me heredó mi papá. Buena opción auditiva, pues también tiene radio incorporado. Afortunadamente encontré la entrada de video y ya puedo ocupar libremente mi lap.
Mi televisor se fue ayer. Bueno, ya estaba ausente desde hace una semana. Después de una granizada tormenta dejó de funcionar. La llevamos mis hermanos y yo al servicio técnico. Luego almorzamos.

Con todo y su pequeña pantalla, que ahora ocupa el lugar de una de 21 pulgadas, el diminuto aparato es confortable y familiar. Me gusta verla ahí. Le dio afabilidad a mi casa. Porque es de mi papá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUERIDA! DE LO BUENO POCO! Y SI ES CON ESA NATURAL, LA MUY TUYA MANERA DE QUERER COMERTE EL MUNDO POR MEDIO DE LA MUSICA Y DEL CINE, MEJOR! SOLO TU LO PUEDES HACER! Y LOGRARLO!.