Sí, a las que estuve expuesta en la mesa de Navidad, en la cocina al día siguiente y a la dulce atmósfera que me brinda la sala de jazz y clásico de reconocida tienda, donde parece que los ángeles andan sueltos y se convierten en demonios a la hora de pagar. Ahí me encontré hoy, y entre que buscaba la 5ta de Malher y sostenía en mis manos temblorosas What Ever Happened to Babe Jane? (con monstruosas actuaciones de dos monstruosas divas), escucho una voz dulce y varonil sobre el piano:
Peter Cincotti, un chamaco de apenas 25 años que ha cautivado en los círculos jazzeros. Ligero, fresco, guapetón, neoyorquino y tan melódico que dije: me lo llevo.
Otro niño que se une a los prodigio como los también pianistas Jamie Cullum y Harry Connick Jr., este último, indicador importante en su carrera, pues Peter (de siete años) y su padre lo conocieron en un concierto y Connick escuchó su prematuro material. Así arrancó la trayectoria de un chico al que a los cuatro años le dieron un piano de juguete, a los cinco ya estaba dando clases y a los seis le compraron uno de a de veras. Tiene ya cuatro CD y promete el muchacho, promete.
Luego de arrebatarle el disco al vendedor, yo, la prudente, salí cabizbaja y coloqué el DVD en su lugar, aunque no pude resistirme a saludar (como ya es costumbre) a mi amado Sting...
Bring on the Night tenía que ser mío, ¡oigan, DVD y dos CD por el mismo precio, cómo podría ni siquiera mirarlo! Además, por 28 pesitos, Leri, Oggi, Domani, con la exhuberante Sophia Loren y el maestro Mastroianni.
3 regalos 3... ¡Nunca había recibido tanto en una sola Navidad!
¡Ah, y FELICIDADES!
¡Qué hombre tan lindo! Lo imagino dentro de 10 añitos... ¡Josú!
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2 comentarios:
cielo me encanta la frase que as puesto : SIN PASIÓN, ESTAR VIVOS NO NOS DISTINGUE DE LOS MUERTOS. preciosa.
Te gustó? Gracias!
Te mando muchos besos defeñonavinuevoañeros!
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