lunes, 14 de abril de 2008

De la herencia


Yo tengo una bella estirpe (mi madre) y bastante graciosa (los demás). Prueba de ello son estos simpáticos resultados, engendros del supremo.

No conformes con tal herencia, la espontaneidad aflora y con ella resaltan las más campechanas expresiones...

... aunque este espécimen (descendiente de la trompuda de arriba y a simple vista) se comporta de manera normal.

Sin embargo... no le hace que sean unas frenéticas, joviales, estresadas, despatarradas, encantadoras, soñadoras, corajudas, dedicadas, incluyentes, arrepentidas, convencidas... amo a estas cabezonasmissobrinas con todo y este hiperactivo pilón, seguidor del Hombre Araña y Harry Potter.

Nota: Si se dan cuenta, ya soy tía abuela... Chanclas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues que el trabajo no sea solo para ti, abajo hay un candidato bueno para ser tío abuelo no?

Escribidora por afición dijo...

Tía abuela????

Pero si parece su primita mayor!!

Un abrazote de lunes, Purpurita!

Anónimo dijo...

ERES? SOMOS DIJO EL OTRO! BUENA ESTIRPE, BUENAS NENAS, BUEN CHAMACO, BUENA NIÑA QUE ERES TU! A NUESTRA EDAD NO NOS CUESTA DECIR QUE SOMOS TIAS ABUELAS NO?

Liliana dijo...

eshte... eshte... SHÍ!!!

Chac dijo...

Y no hay por ahí un sobrino al que se le pueda arrimar algo? Jejeje, digo, por aquello de lo bondadoso de la extirpe.