lunes, 25 de febrero de 2008

La noche en rosa

Si bien la noche fue para el crew de No Country for Old Men (altamente recomendable, la disfruté mucho) por su guión adaptado, dirección, producción y por el mangazo de Bardem como actor de reparto (el muchachote hizo muy bien su trabajo), la fiesta arropó lo que, para mí, fue lo mejor de la entrega: a Edith Piaf resucitada en La Môme (o La Vie en Rose).

Con un maquillaje que plasmó veracidad y a Marion Cotillard –de 32 años–, que encarnó a la cantante francesa, los dos premios valen para ser recordados como los que sí convencen, esos que necesitan de una conciencia cinematográfica y no la de los altos mandos que le dan gusto a la cartera haciendo favores (¿verdad, Zeta-Jones?).
Buena semana.

9 comentarios:

Moxo dijo...

Desapareci desde el jueves, pero parece que fueron mil años, me hacia falta, me la pase bien, descanse y cargue pila, pero, aun con todo eso extrañaba leerte todos los dias. vacas perdedixas.

Moxo dijo...

Ah!!! no es que los defienda, pero la lista de muertitos de la "academia" es hasta diciembre o enero y Roy murio en febrero... aparecera el año siguiente. Vacas

Liliana dijo...

Ay, pos sí!!
Corregido.
Grazie!

Liliana dijo...

Ah, y qué bueno que ya estás por acá... Viva!, Se te extrañó.
Vacas!

Chac dijo...

No seas envidiosa. El Oscar de la Zeta Jones se lo ganó a pulso sólo por haberse presentado a la ceremonia de entrega (y con ese escote, 36 semanas de embarazo y un chongo sen sa cio nal).

Envidiosa.

Liliana dijo...

La verdad sí, y sabes por qué? Su atractivo frontal no lo era tanto antes de su embarazo... Es ese acaso el secreto del éxito?

Señor Dontaquero dijo...

Recuerdas a la Dietrich en 'El ángel azul'? Uta, qué mujerón. Debió haber sido el sueño húmedo de las juventudes hitlerianas, incluyendo al propio Adolfito. La rola 'Lili Marlene' también gobierna.

Liliana dijo...

También fue el 'dulce' sueño de la Piaf, señor... ¡Josú!

Anónimo dijo...

CLARO QUE FUE DE LO MEJOR! PERO HAY QUE VER LA PELI, HABER SI NO NOS SALE DEMASIADO HOLIWODENSE!