martes, 27 de mayo de 2008

Simpleza

En mi colchón que he bautizado como cama y con la radio en vivo y lentes gruesos, comienzo a sentir el calor de la lap sobre la colcha que cubre mis muslos mientras comienzo a escribir. Todo es sensible, todo es tangible. El olor al incienso que prendí por la mañana, lo rugoso de la infección en la garganta y el grillo intruso que saltó de la puerta del baño a la sala.
Las cosas simples son más importantes... quizá debió haber sido así desde la primera ausencia... Las cosas simples ahora son tan importantes...

4 comentarios:

Nico Carletti dijo...

Siempre fue así, debío ser así siempre. Es que el mundo nos arrastra hacia otro lado. Cuando es así, yo, a veces, pruebo a servirme una copa de vino y no pensar en nada. A tí te acompaño un grillo, es lo mismo.

Clauminara dijo...

Nada es simple, nada es común, todo es especial, todo tiene su propio encanto y su propia miseria. La maldición y la bendición de ser un "ser sensible" es precisamente esa.

Escribidora por afición dijo...

Esos días son buenísimos, cuando sientes el viento sobre la frente, el rayo de sol mientras manejas, el humo de un cigarro lejano y la loción de alguien que pasó hace rato haciéndonos recordar.

Los sentidos al tope, querida!

Un besito.

Anónimo dijo...

CLAAAARO! LO COMPLICADO ES SOLO UN PRETEXTO QUE NOS INVENTAMOS PARA JUSTIFICAR ESTE MUNDO LOCO, LOCO, LOCO; LA SIMPLEZA ES LA CLAVE!