jueves, 8 de mayo de 2008

Todo sereno

Las cosas se agilizan a cierta hora del día. Los elevadores llegan pronto, las despedidas son más rápidas, el cigarro se consume veloz... pero nuestros pasos ya son lentos, lentos, pues el horario de llegada a casa es lo de menos. Además como que ya estamos más cansados, ¿no?
Así es cuando ha pasado la hora burocráticamente asignada. Son las 10 de la noche y ya cerramos la edición.
Ahora sólo queda esperar a que llegue el taxi, porque ya no alcancé camioncín.

Mañana a madrugar y empezar de nuevo.

2 comentarios:

Chac dijo...

Enajenada...
(espero no haberlas retrasado en cierre...) :-S

Clauminara dijo...

Los cierres de edición siempre son de locura, se sobrevive a ellos ;)