PS: I love you

¿Quién no ha plasmado sus más domingueras expresiones para decirle al ser amado que lo es, en una carta? Leí una nota en el periódico que hablaba sobre ellas, tan especiales como cualquier otra, aunque se diferencian en algo de las que hemos escrito en un e-mail, una hoja de papel, una servilleta y hasta en un boleto del metro con escasas pero suficientes palabras para balconear nuestro cariño. ¿Qué es? Los autores, que van desde el zar Alejandro II, la cantante Edith Piaf (y no fue ni Marlon Brando o la misma Marlene Dietrich el destinatario, pues la carta fue a un boxeador), hasta Víctor Hugo y Napoleón Bonaparte. Estos escritos son mostrados en una exposición instalada, nada menos que en París.
Víctor Hugo dijo en su misiva: "Piensa en mí. Y quiéreme. Sueña en el último minuto cuando nos vimos y en el primero cuando volveremos a vernos"... Bueno, hasta los más sonados poetas tienen lagunas y se les acaba la imaginación.
Sin embargo, no todo es melcocha en la luna, pues Antoine de Saint-Exupèri, con todo y su visita al asteroide B612, se plantó bien en la Tierra y escribió con dolor y despecho: "No hay más Principito, hoy día ni jamás. El Principito está muerto o se volvió totalmente escéptico. Un Principito escéptico no lo es más. Estoy resentido con usted por matarlo"... Qué culpa tenía el chamaco de que la mujer a quien le escribió (casada, además, embarazada y 'ora hasta asesina) ni lo pelaba. Luego de esto, Saint-Exupèri voló en su avión y jamás apareció.
Aunque célebres las plumas que hicieron estas cartas, siguen siendo tan mundanas como las que usamos para esas que enviamos y recibimos alguna vez, y que guardamos con especial afecto.
Yo conservo unas que yo misma escribí y otras que nunca mandé... ¿También cuentan?