Ayer en la noche floté en una nube de humo. No fue el momento ideal, pero logré ambientarme las 3 horas que existí en ella. Cigarro en su boca, fuego en su mano, una acción que vi unas cinco veces a mi lado derecho. El sonido del encendedor se repetía enseguida que el primero. Otras siete. Y la nube de humo. Definitivamente, no fue el momento ideal. Y yo que era quien iniciaba el desorden, "pus yo ya voy a empezar", decía, mientras me miraban y luego me hacían coro.
¡Asombroso! A pesar de las delicias del cierre y dos fumadoras que aspiraban y expulsaban con especial entusiasmo (siempre es una exquisita expericiencia cuando son las 11 pm y seguimos en la redacción), flotaba en una nube de humo... y no era la mía.
Buen fin de semana... Y si me quieren no fumen, sean solidarios conmigo.
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3 comentarios:
Cuendo sientas ese temblor en los labios y esa sensación de saliva seca en la lengua recuerda el dolor del esofago, el sudor frío de la frente y la humillación pública de no poder enderezar la espalda por la contracción abdominal. Seguro se te quitan las ganas. vacas realistas.
¿Relistas? ¡Pues si éste es un sueño!
Churchil decía: "Dejar de fumar es fácil, yo lo hago una vez a la semana".
Menos mal que no fumo, para quererte sin culpas. Y ayudarte, claro ;)
Un beso.
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