viernes, 11 de enero de 2008

¡Asombroso!

Ayer en la noche floté en una nube de humo. No fue el momento ideal, pero logré ambientarme las 3 horas que existí en ella. Cigarro en su boca, fuego en su mano, una acción que vi unas cinco veces a mi lado derecho. El sonido del encendedor se repetía enseguida que el primero. Otras siete. Y la nube de humo. Definitivamente, no fue el momento ideal. Y yo que era quien iniciaba el desorden, "pus yo ya voy a empezar", decía, mientras me miraban y luego me hacían coro.
¡Asombroso! A pesar de las delicias del cierre y dos fumadoras que aspiraban y expulsaban con especial entusiasmo (siempre es una exquisita expericiencia cuando son las 11 pm y seguimos en la redacción), flotaba en una nube de humo... y no era la mía.


Buen fin de semana... Y si me quieren no fumen, sean solidarios conmigo.

3 comentarios:

Moxo dijo...

Cuendo sientas ese temblor en los labios y esa sensación de saliva seca en la lengua recuerda el dolor del esofago, el sudor frío de la frente y la humillación pública de no poder enderezar la espalda por la contracción abdominal. Seguro se te quitan las ganas. vacas realistas.

Liliana dijo...

¿Relistas? ¡Pues si éste es un sueño!

Mr. G dijo...

Churchil decía: "Dejar de fumar es fácil, yo lo hago una vez a la semana".

Menos mal que no fumo, para quererte sin culpas. Y ayudarte, claro ;)

Un beso.